Los fatídicos 22-J (III)

En el año 2002 comenzamos dando la bienvenida a la nueva moneda europea que tanto cambiaría nuestras vidas a modo de redondeos con los precios y de no tener que cambiar de divisa para ir por gran parte de Europa. También en este 2002 el ejército español se tuvo que emplear a fondo para desalojar a 6 ó 7 miembros del ejército marroquí que se habían apostado en el islote de Perejil reclamando su propiedad. En noviembre, el petrolero Prestige se partía en dos frente a las costas de Finisterre provocando el vertido al mar de una ingente cantidad de crudo.

Puyol, uno de lso supervivientes de entonces (Reuters)

La maldición de la selección española viajaría esta vez hasta tierras coreano-niponas, puesto que el Mundial de este año sería el primero que se celebraría en dos países de manera coordinada. El objetivo de la FIFA era promocionar el fútbol en dos países donde la tradición futbolera era escasamente pobre. Por ello, de los 20 estadios que fueron usados en la fase final del Mundial, 18 fueron de nueva planta.

En lo estrictamente deportivo, Brasil consiguió su quinto título mundial al imponerse en la final por 2-0 a Alemania, siendo Ronaldo el goleador por partida doble.
Las grandes favoritas fueron cayendo como moscas: Argentina, Portugal y Francia no pudieron superar el corte de la fase de grupos e hicieron las maletas a las primeras de cambio. Sin embargo, otros equipos como Turquía, Corea o Senegal fueron las grandes sorpresas al llegar hasta semifinales los dos primeros y a cuartos los senegaleses.

Al igual que en otras ocasiones, España llegaba a la cita como favorita para hacer un meritorio buen puesto. En su grupo de la primera fase quedó encuadrada con Paraguay, Sudáfrica y Eslovenia. Tres equipos asequibles que, de hecho, no pusieron en demasiados aprietos a nuestra selección. España ganó el primer partido contra  Eslovenia por 3-1 y días más tarde repetiría el resultado frente  a Paraguay. En el partido que cerraba esta fase, España ganó a Sudáfrica por 2-3, con dos goles del máximo goleador en la historia de la selección española, Raúl González Blanco.

Con el optimismo por las nubes, en el cruce de octavos hubo que enfrentarse a Irlanda, un equipo correoso y que puso en problemas a los nuestros hasta el punto de que el partido acabó en empate a uno y se tuvo que decidir en los penalties. Como no era día 22 de junio sino 16, España no tuvo problemas en clasificarse para los cuartos, donde le esperaba una de las anfitrionas, Corea, que había ganado a Italia en un partido polémico donde se anularon varios goles para los italianos y el árbitro expulsó rigurosamente a Franceso Totti.
Este precedente ya era una premonición de lo que sería el encuentro de cuartos contra la Corea de Hiddink. 

Era 22 de junio en el Estadio de la Copa Mundial y en el resto del mundo. El árbitro, un desconocido hasta entonces: Gamal Ghandour, egipcio. España fue de menos a más en un partido que comenzó dominando la selección coreana. En el minuto 50, el árbitro comienza a ser menos conocido en España al anular un gol a Rubén Baraja presuntamente por haber cometido una falta previa al disparo. Con el 0-0 se llegó a la prórroga, donde el gol de oro podía ser vital o mortal para la selección

Y no fue ni una ni otra, porque en el minuto 2 de la primera parte de la prórroga, el árbitro volvió a anular un gol legal a España porque el linier alegaba que el balón centrado por Joaquín y que remató Morientes había salido por la línea de fondo. Nada más lejos de la realidad, el balón estaba perfectamente acorde con la línea, sin que saliese en ningún momento. Fin de la prórroga con 0-0 y a los penalties. Siendo 22-J y estando en cuartos, podéis imaginar lo que pasó. En el cuarto penalty de la tanda, Joaquín erró su lanzamiento y en el quinto los coreanos no fallaron y España volvió a hacer las maletas, una vez más, en cuartos, un 22-J y en los penalties.

Las reacciones no se hicieron esperar y las hubo de todo tipo. Por ejemplo, una cadena de venta de televisores dejó de vender televisores coreanos durante dos días como protesta por los dos goles anulados a España. También se tiraron huevos contra la embajada de Corea del Sur por lo que se consideraba como un robo arbitral. Incluso Jesús Gil paralizó el fichaje del coreano Hong Myung-Bo.

Hoy es 22-J y España se enfrenta en cuartos contra los actuales campeones del mundo. Pero aparte del partido, España se enfrenta a la historia, a cambiar el rumbo que durante tantos años nos han apeado de los cuartos de final de manera más o menos dolorosa. Espero que mañana no tengáis que leer la cuarta parte de "Los Fatídicos 22-J"