La política de El Rey

Poco a poco se va conociendo más información sobre el turbio caso de la compra por parte de la, a todos los efectos, gubernamental empresa Rusa Lukoil de acciones de Repsol, y según se publicaba ayer en varios medios, el Rey ha asomado la cabeza y ha hecho que el gobierno modere su opinión el respecto.

El rey llamó a Zapatero seis veces para apoyar a Lukoil, podíamos leer hoy en Público.

¿Y por qué tanto interés por parte de Juan Carlos? ¿Qué conseguiría con esa venta? Tanta insistencia por parte del Monarca resulta extraña, y más cuando es bien conocida la amistad que une al presidente ruso Vladimr Putin (o más bue, presidente en la sombra) con Juan Carlos I "El campechano".

Ya fue muy comentado el encuentro que tuvo el Rey en territorio de Putin con un oso que estaba hasta arriba de Vodka, aunque seguramente no sea el único caso, ya que en el caso de los viajes privados de Juan Carlos, el silencio de los medios de comunicación es absoluto.

También muy oscura es la fortuna que está acumulando gracias a su amistad con los dictadores Árabes y, seguramente, también consiga algo de los recursos naturales Rusos, esto es, del gas y del petróleo, gracias a su amistad con Putin. Si a eso le sumamos que Lukoil es a efectos prácticos una empresa del gobierno Ruso, tenemos una mezcla de intereses cuanto menos bastante interesante.

¿Solución? Que las cuentas de la Casa del Rey sean públicas como lo son las de cualquier otro cargo público. De todas maneras, como funcionario nuestro que es, no debería recibir nada de otros países que pudiera comprometer su imparcialidad en la política de España, pero "gracias" a la Constitución, Juan Carlos es inviolable, y está exento de responsabilidad, legalmente puede hacer todos los negocios que le plazcan.

Por poner números, hace un año la revista Eurobusiness estimó su fortuna en 1.790 millones de euros, cifra que, evidentemente, la Casa Real desmintió rápidamente.

Lo único que podemos tener seguro del Rey, es que el año que viene recibirá 9 millones de euros (que se administrará el mismo sin dar explicaciones a nadie), más todos los gastos que genera, que salen de las cuentas de los diferentes ministerios y la mayoría de las veces no se tienen en cuenta.

Volviendo el tema inicial, el rey, vaya usted a saber porque, llama a Rodríguez Zapatero para que deje a Lukoil hacerse con una parte importante de Repsol y, al momento, el gobierno cambia de opinión, y le empieza a quitar importancia a esta compra. ¿No quedamos en que el Rey es imparcial y no entraba en decisiones políticas?

Lo mejor sería que dejara gobernar a los que hemos elegido democráticamente, ya que si lo hacen mal podemos cambiarlos, y que Juan Carlos siga sin meterse en asuntos que no son de su competencia, inaugurando actos, navegando en su nuevo barco y de viajes oficiales por todo el mundo, pero que en cosas de casa... nos deje seguir pegándonos entre nosotros sin que él se haga notar mas que en Nochebuena.