Calentando con el helado

El sexo y el verano es un clásico que suele ir de la mano. Con el verano, las vacaciones, el estar en un sitio en el que no conocemos a nadie y, lo más importante, nadie nos conoce a nosotros, es un incentivo para que muchos se desmelenen en esta época del año. Otro de los clásicos del verano es el helado. ¿Se pueden unir los tópicos?

Utilizar la comida en el sexo es una de las formas de excitación más famosa desde que se estrenó la película “Nueve semanas y media”, de Kim Basinger y Mickey Rourke.
El helado puede ser algo arriesgado en invierno, con el frío que hace y los catarros que se cogen, pero en verano es la excusa más dulce para empezar (o continuar) una relación sexual.

Veámoslo por sabores. Cada sabor evoca una sensación, un sentimiento o un recuerdo.
El más famoso es el chocolate, aunque también el más pringoso. El chocolate es esa mezcla de dulce y amargo capaz de hacernos perder la cabeza. Es adictivo, casi tanto como el sexo, y untarlo en el cuerpo de nuestra pareja es una delicia al alcance de cualquiera.

La vainilla puede ser maravillosa, aunque tiene un fallo. De suave sabor y aroma que impregna la piel, los hindúes utilizaban la flor como afrodisíaco por su fragancia. Frotaban las vainas de la vainilla en las zonas erógenas y con ello estimulaban la excitación.
El problema es que su aroma es mucho más suave y dulzón en su versión helada. Su olor evoca la calma, y no es precisamente calma lo que pedimos a nuestra pareja si queremos untarla en algo.

Una buena alternativa a ella es la nata, que es más famosa sexualmente por su versión montada. La nata montada (y las fresas, ¡por qué no!) son el preliminar perfecto y el más utilizado.
Ya que lo nombramos, el sabor a fresa o a frambuesa no es apetecible para todo el mundo, aunque tiene un sabor ácido y afrutado de lo más apetitoso. Además, el aroma de la fresa siempreha sido intenso y ha estado unido a la confianza y la bondad, por lo que una gota de fresa recorriendo el cuerpo de nuestro/a amante, es indicativo de que hay cierta seguridad en él/ella.

Estos son los más famosos, aunque no son los únicos. Últimamente podemos sacar sabores de helado casi de cualquier cosa. Helado de tarta de fresa, de café, de brownie, de pitufo, de anchoa…
Los sabores pueden ser de lo más variado, aunque eso sí, cualquier sabor fuera de lo normal también incluirá unos deseos sexuales fuera de lo normal.
Por ejemplo, un helado de mojito untado en el cuerpo de una persona, significará que lo que viene a continuación no será un simple misionero.
Las posibilidades son infinitas. Pasen y elijan.