La lección del viaje de 'Tono'

MADRID.-  'Tono' es el nombre de un quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) liberado en mayo de 2006 en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén). Fue soltado junto con otros dos ejemplares para recuperar esta especie en Andalucía y no tardó en emprender el vuelo. Durante los siguientes diez meses esta rapaz 'comehuesos' escudriñó los cortados de estas sierras y de zonas colindantes, realizando visitas esporádicas en vuelos de menos de 100 Kilómetros a otras Comunidades Autónomas. Sin embargo, un año después, y para sorpresa de todos, la rapaz está en Pirineos, dónde fue vista por última vez el pasado verano.

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Chris Van Royen

Ejemplar de quebrantahuesos joven.

Este tipo de desplazamientos de larga distancia son comunes en los quebrantahuesos jóvenes que se trasladan cientos de kilómetros. En estos viajes sortean grandes peligros, como cebos envenenados -la causa principal de la paulatina desaparición de la especie-, tendidos eléctricos, escopeteros y otras amenazas a las que podrían sucumbir. La gran duda es si 'Tono' volverá al Parque Natural de la Sierra de Cazorla.

Según el comportamiento 'filopátrico' de esta especie, la rapaz debería volver a Cazorla, a nidificar y reproducirse. Pero qué pasará con 'Tono' cuando sea adulto, ¿volverá a su lugar de nacimiento como se espera? ¿Habrán sido en vano todos los esfuerzos invertidos para reintroducirlo en Andalucía?

Las diferentes organizaciones y administraciones que trabajan para la recuperación del quebrantahuesos (la Fundación Gypaetus, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos y el Grup d'Estudi i Protecció del Trencalòs) están efectuando un gran trabajo para revertir las amenazas y lograr que la reintroducción y recuperación de la especie tengan éxito. Pero su labor suele centrarse en los territorios en los cuales se emplazan, bien por falta de medios o por intereses ligados a las diferentes competencias de las administraciones.

El largo viaje de 'Tono' supone una lección más de la naturaleza. Nos recuerda que las especies no pueden tener dueño asociado al territorio y que todos los esfuerzos que realizan las diferentes entidades deben estar consensuados y unificados: sólo la cooperación podrá salvar a esta rapaz única en peligro de extinción.

Competencias transferidas

El Ministerio de Medio Ambiente aprobó la Estrategia Nacional de Conservación del Quebrantahuesos y en el año 2004 la tan esperada Estrategia Nacional contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural. Ambas iniciativas intentan luchar contra las amenazas que pusieron al borde de extinción a esta especie. Pero a pesar de tratarse de estrategias de carácter estatal, la aplicación por parte de las diferentes Comunidades Autónomas es muy dispar y no se dispone del presupuesto necesario para abordar las acciones urgentes. Diferentes organizaciones y técnicos reclaman que el Ministerio impulse la aplicación de estas estrategias, ya que para bien o para mal, las competencias en conservación de biodiversidad están transferidas a las Comunidades Autónomas.

La Junta de Andalucía fue la primera en poner en marcha su propia Estrategia para la Erradicación del Uso Ilegal de Cebos Envenenados con un total de 70 medidas integradas en un plan de acción y un presupuesto propio. Entre estas acciones, se han cerrado cotos ilegales de caza, se han iniciado protocolos de levantamiento de cebos envenenados, se han empleado patrullas caninas para detección de veneno y se han realizado grandes campañas de educación y sensibilización ambiental dirigidas a la población civil, como escolares, cazadores y ganaderos. Luego, hicieron lo propio Castilla-La Mancha o Aragón.

Ahora sólo queda que todas las entidades y administraciones con competencias cooperen para lograr que no desaparezcan las últimas poblaciones de esta especie y que los quebrantahuesos vuelvan a sobrevolar las montañas que poblaban antaño.

*Vanessa Sánchez Ortega es ambientóloga y trabaja en la Fundación Global Nature