Inversión, Inversión, Inversión

MADRID.-  Con la prolífica oratoria que le caracteriza, Uribe desgranó durante casi una hora (y sin papel) los elementos de la estrategia que le han permitido, según dijo, debilitar a "la guerrilla y el narcotráfico", "recuperar la confianza en el Estado" e "introducir mecanismos para atraer la inversión al país". El presidente colombiano, con persistente energía, cinceló estás consignas entre un público de claro interés para el mandatario, cuyo mantra ante audiencias extranjeras viene siendo: "inversión. inversión. inversión".

Javier Lizón (EFE)

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en Madrid.

Durante sus dos mandatos, este gradudado por Oxford y Harvard, ha demostrado que no sólo su discurso puede ser firme y machacón. La dureza de su política frente a la guerrilla le ha permitido empujar a los rebeldes a las zonas rurales del país, fuera de los centros urbanos, y devolver cierta normalidad a la vida de los colombianos. La mejora de la seguridad le ha ganado muchos adeptos en su país y unos niveles de popularidad por encima del 70%.

Ahora, este político de derechas y sólido aliado de Washington, parece esperar que su éxito en casa se traslade al exterior y le granjee el interés de los inversionistas extranjeros para ayudar al despegue económico del país. No en vano gran parte de su intervención en Madrid se centró en presentar una cara de modernidad liberal, un enfoque que, según afirmó, no cae ni en "la vieja pedantería izquierdista" ni en el "desdén capitalista" y donde "crecimiento y política social vayan de la mano".

Pero pese a los buenos resultados, como el propio presidente admite, al país le quedan muchos desafíos frente a la guerrilla. Y por sus palabras en Madrid, parece evidente que Uribe no tiene intención de bajar ni la guardia ni la fimerza de su retórica contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El Presidente subrayó su negativa a otorgar estatus de beligerancia al grupo armado, como ha hecho el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien reconoce su carácter insurgente y lo saca de la lista de grupos terroristas. Uribe enfatizó que las FARC perpetran actos terroristas y criminales desde "el asesinato de mujeres embarazadas, al uso de drogas y el reclutamiento de niños" contra un Estado democrático y, por tanto, no les corresponde el estatus de beligerancia.

Con respecto a Venezuela y las recientes diferencias que han marcado las relaciones entre ambos, Uribe se limitó a señalar: "Éstos [bandidos por la guerrilla], a medida que sienten la presión de nuestra fuerza pública abusan de los vecinos. Lo que le pedimos a los vecinos es que no dejen que abusen de ellos".