El "dopaje" en los estudiantes

Café, Katovit, Durvitan o ECA son algunas de las sustancias utilizadas por los estudiantes con el objetivo de rendir al máximo cuando el tiempo apremia. Pero su uso frecuente no significa que estén exentos de riesgos o que sean eficaces.

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No son sólo los ciclistas, los corredores de fondo o demás deportistas los que hacen uso de distintas sustancias para rendir a un nivel superior a la capacidad normal del cuerpo humano. Un gran porcentaje de estudiantes también recurre a éstas con un objetivo: retener más información en menos tiempo. Y no hay reglas deportivas ni controles antidopaje, sino sólo unas pilas de libros a las que hacer frente y un calendario marcando la cuenta atrás para los exámenes.

Sin lugar a dudas, en el primer puesto de ranking de sustancias utilizadas por los estudiantes estaría el café. Si su consumo es ya considerable de forma diaria entre muchos estudiantes, en época de exámenes su utilización se dispara. Combatir el sueño, mantener la atención y la concentración son los principales motivos que llevan a la ingesta de cafeína. Pero un exceso en su consumo puede ser contraproducente y el nerviosismo inducido por el café junto a aquel ya presente en época de exámenes puede hacer que seas incapaz de concentrarte y aprender. A pesar de ser una sustancia estimulante, es muy segura y se necesitan dosis enormes de café (decenas de tazas) para tener algún problema de salud. Junto al café, también hay otras bebidas muy consumidas, aquellas llamadas energéticas, como el Redbull.

El segundo lugar sería para las vitaminas. De diversas marcas y "propiedades" los estudiantes las consumen por el desgaste físico y mental que supone el estrés de los exámenes y las sesiones de estudio. Sin embargo, una dieta equilibrada basta para aportar todas las vitaminas y minerales necesarios para aprender y la eficacia de las vitaminas se convierte, en la mayoría de los casos, en un simple placebo.

El tercer puesto sería para el archiconocido Katovit, un fármaco estimulante que fue retirado en el 2001 precisamente por el abuso que hacían de él los estudiantes. Hoy por hoy, aún muchos nostálgicos del Katovit preguntan por la red con la esperanza de encontrar productos con efectos similares a éste.

Originalmente, estaba indicado para trastornos y enfermedades en las que existiera cansancio y fatiga. Pero los estudiantes lo consumían con la creencia de que favorecía la memoria y la concentración. Llegó a ser tan consumido (por su bajo coste y facilidad de acceso) que se llegaron a realizar investigaciones sobre estudiantes consumiendo Katovit para comprobar su eficacia. Los resultados fueron negativos: el Katovit no favorecía el aprendizaje y, de haber algún efecto, era estrictamente placebo. Sin embargo, estos resultados no echaron para atrás su consumo, que fue muy elevado entre estudiantes hasta su retirada. Entre sus efectos adversos se encontraba el insomnio, la agitación, adicción o problemas cardiacos.

En el cuarto puesto, el socorrido Durvitan. Muy utilizado por aquellos estudiantes en los que una taza o dos de café ya no les hacen apenas efecto después de mucho tiempo consumiendo. Y es que una sola cápsula de Durvitan equivale a 6 ó 7 tazas de café. Es cafeína en estado puro. No necesita receta, pero sus grandes cantidades de cafeína pueden llevar a serios problemas por un uso excesivo: dolor de cabeza, hipertensión, problemas cardiacos, agitación, irritabilidad, úlceras...

Muchas de las personas que apenas prueban el café y se arriesgan a probar el Durvitan terminan por no consumirlo nunca más debido al "subidón" que supone una dosis tan grande de cafeína en un cuerpo que no está "acostumbrado" a metabolizar dicha sustancia.

Y, en último lugar, un cóctel explosivo, el ECA. Son las iniciales de efedrina, cafeína y aspirina. El último recurso en el arsenal de estimulantes del estudiante aunque también se consume mucho actualmente en el ámbito del culturismo para la pérdida rápida (y peligrosa) de grasas.

La efedrina es una sustancia muy estimulante sobre el sistema nervioso. Vendría a tener un efecto similar a la adrenalina o a las anfetaminas, aumentando la actividad general del organismo y disminuyendo la sensación de cansancio. Si a eso unimos el efecto estimulante de la cafeína tenemos una mezcla explosiva que puede producir muchos problemas cardiacos, aunque también convulsiones, hipertensión, agitación, etc. La aspirina se añade a la mezcla para evitar los posibles dolores de cabeza ocasionados por la gran constricción de los vasos sanguíneos a nivel cerebral que provocan la efedrina y la cafeína.

No es posible conseguir el ECA sin receta pero es muy fácil conseguirlo fraudulentamente a través de internet o en diversos gimnasios.

Aparte del ECA, también se consumen varios tipos de anfetaminas con la creencia de que se rinde más y que la necesidad de dormir es menor, al sentir menos cansancio físico y mental.

Como habrás deducido al leer información de cada sustancia, no hay productos milagrosos. Podrás librarte del sueño y estar un poco más atento, pero la mayoría de sustancias no favorecen el aprendizaje ni te harán aprovechar más las horas. Sus efectos negativos serán la mayoría de las veces superiores a los positivos. Y es que la medida más sencilla es siempre la más sana: estudiar tranquilo antes de que los exámenes se echen encima.