La relación entre la luz nocturna y el cáncer de mama

Recientemente, ha sido publicado un estudio que se suma a otros muchos y que relaciona la luz artificial nocturna con un aumento en la frecuencia de cáncer de mama. Se trata de uno de los factores que podría explicar por qué el cáncer de mama está aumentando en la sociedad occidental.

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La mamografía es imprescindible como prueba de detección precoz en el cáncer de mama.

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en la mujer. En España, 1 de cada 8 mujeres padecerá de esta enfermedad. Sin embargo, esta cifra no es estática. En prácticamente todos los países occidentales la frecuencia de cáncer de mama va en aumento y no se conocen exactamente cuales son las causas. Tomando como ejemplo a España, hace 20 años la frecuencia de cáncer de mama era sensiblemente menor, 1 de cada 12 mujeres lo padecían.

Se han formulado muchas hipótesis sobre la causa del aumento de cáncer de mama, pero aún no hay nada definitivo. Dado que no sabemos qué es la causa final que lleva, en última instancia, a desarrollar un cáncer de mama, la mayoría de factores de riesgo se conocen por estudios epidemiológicos y no por su acción directa en la mujer. Aquellos factores que se asocian con más fuerza al aumento de cáncer de mama en occidente y que han sido más estudiados son la dieta rica en grasas, la obesidad y la menarquia precoz.

Pero no son sólo estos tres factores los únicos que se barajan. Desde hace varios años bastantes científicos han demostrado la exposición a luz artificial nocturna con un aumento en el riesgo de cáncer de mama. El artículo más recientemente publicado sobre el tema en la revista Chronobiology international afirmaba que existía un 37% más de riesgo en mujeres de padecer cáncer de mama por la presencia de una potente iluminación nocturna. Los autores recomendaban, además, cerrar las persianas al acostarse, usar antifaces si no se puede ensombrecer el cuarto y rebajar la potencia de la luz en los ambientes de trabajo tras el amanecer.

Ya fue a finales de los años 80 cuando se barajó por primera vez la relación de luz artificial con cáncer de mama y desde entonces han ido publicándose más estudios que refuerzan esta hipótesis. Entre los factores que lo apoyan encontramos los siguientes:

• Las mujeres que tienen un horario laboral nocturno tienen mayor incidencia de cáncer de mama.
• La incidencia de cáncer de mama es menor en mujeres ciegas.
• La frecuencia de cáncer de mama es superior en zonas urbanas que en rurales.
• Estudios realizados en ratones demostraban que la exposición nocturna a luz artificial estimulaba el desarrollo de cáncer de mama por una disminución en la producción de una hormona llamada melatonina. Mientras que aquellos ratones en donde la exposición a la oscuridad era mayor, las cifras de cáncer de mama se reducían.
• Aquellos ratones en los que se inyectaba melatonina y estaban expuestos a luz nocturna tenían una frecuencia de cáncer de mama normal.

De momento, todo apunta a que el elemento que une la luz nocturna y el cáncer de mama es la disminución de la melatonina. Es una hormona que tiene un marcado ritmo diario: Se produce principalmente durante la noche y su producción disminuye con la luz. Es necesario que la retina en el ojo sea estimulada con luz, para que la producción de melatonina disminuya, lo cual sería una explicación a por qué las mujeres ciegas tienen un menor riesgo de padecer cáncer de mama.

Una alteración en los horarios nocturnos con la exposición de luz llevaría a una disminución en la melatonina lo que, a su vez, favorecería el desarrollo de un cáncer de mama. De seguir confirmándose la relación entre la luz nocturna y el cáncer de mama en más estudios, seguramente veamos cambios en nuestra sociedad, la que nunca duerme.