El "Cholo" Sotil, un sobreviviente de su propia leyenda negra

Lima.-  Convertido en una de las máximas leyendas del fútbol de su país, el peruano Hugo 'Cholo' Sotil se enfrenta, a los 60 años, a la estela de una leyenda negra que lo sigue más allá de una estupenda trayectoria matizada de éxitos y polémicas.

ampliar foto

Sotil, nacido en el departamento de Ica, unos 300 kilómetros al sur de Lima, volvió en los últimos días a las primeras planas después de que un diario publicara que sobrevive dando saques de honor en torneos de los barrios de la capital peruana.

Esta información encendió la alarma generaliza en su país y trascendió hasta el extranjero, sobretodo a España, donde el ex jugador es recordado como una de las grandes figuras que pasaron por el Barcelona.

Su situación parece, sin embargo, distinta a la que se ha mencionado, ya que basta visitarlo para comprobar que vive sin lujos, pero con comodidad, en una sencilla pero bien cuidada casa de una zona de clase media de Lima.

A través de las rejas de madera de su cochera se puede ver una camioneta todoterreno y él mismo se muestra en buen estado físico, a pesar de que la edad ya comienza a pasarle la factura de los achaques comunes en los ex atletas, según admite.

"Ahora ya no puedo dominar ni a mi mujer", comenta entre risueño y resignado al ser requerido por Efe para que reproduzca alguna de las fintas que lo hicieron famoso, aunque esta vez con un balón ofrecido por unos muchachos de su barrio.

También se disgusta cuando se refiere a sus presuntos problemas económicos y acusa a los que difundieron esa información de querer presentarlo "como si estuviera mendigando".

"A mí siempre me invitan a distintas actividades, incluso he viajado al extranjero, a Estados Unidos, todo eso es normal en alguien conocido como yo", explica a regañadientes cuando se le menciona un tema que le molesta mucho.

Es Sotil, sin embargo, víctima de una leyenda negra forjada, en gran parte, con sus propias acciones y que le achaca haber dilapidado una fortuna, y una vejez tranquila en amigos, juergas y muchos excesos.

Muchos "recuerdan" en su país que recibió un auto Ferrari de regalo, con el que se paseaba a muy baja velocidad por las ramblas barcelonesas, lo que, según esa misma versión, terminó por estropear el coche, hecho para el vértigo de las autopistas.

Sentado en una banca del parque ubicado frente a su casa, Sotil esquiva, como a un defensa rival, a su propia timidez y sale al paso con una sonrisa para decir que, si pudiera volver hacia atrás, "no cambiaría nada" de lo que hizo.

Ser parco tampoco le impide aclarar otra de las historias que se cuentan sobre su carrera: que a pesar de brillar en el Barcelona fue postergado por influencia de Johan Cruyff, quien supuestamente buscó favorecer a su compatriota Johan Neeskens.

"Eso es mentira, yo hasta ahora mantengo una gran amistad con Cruyff, y Neeskens también es un buen amigo. Es verdad que dejé de jugar, pero todo pasó porque tenía que tramitar la doble nacionalidad y se demoró mucho", enfatiza.

Y con un disparo digno de sus mejores épocas remata la aclaración recordando con un guiño que "los papeles para la nacionalización se tenía que hacer en Madrid", en alusión al inolvidable 5-0 que le propinó el Barcelona al Real Madrid en la temporada de 1973-1974.

Sotil vive a los 60 años consciente de su trayectoria y orgulloso por el camino que han emprendido sus hijos, como Hugo, su homónimo, que ha estudiado para entrenador y ahora realiza prácticas y tareas de observador en las inferiores del Barcelona.

Eso le basta para saber que fue muy querido por los catalanes, quienes nunca olvidarán su memorable actuación, junto a Cruyff, en la goleada al Real Madrid, en la que anotó el quinto gol.

Como tampoco lo olvidan sus compatriotas, que siempre cuentan otra historia: que desobedeció las órdenes del entrenador y los dirigentes del Barcelona para tomar un avión y llegar a Caracas el mismo día en que Perú definía en un partido extra la Copa América de 1975, frente a Colombia.