Lantana, Lidia Damunt y Gastelo: tres chicas que darán mucho que hablar

Este año es el de las mujeres en la música. Además de la vuelta de todas las "grandes" con disco nuevo en el mercado (Mariah, Madonna, Mónica, Amaral) y los rumores cada vez más persistentes del regreso de Whitney, son muchos los discos con sabor femenino que van a llenar este año las estanterías de las tiendas.

En soitu.es hemos querido escoger la obra de tres chicas que aterrizan en el mundo de la música y editan su trabajo con toda la ilusión del mundo. Llegan con ganas de triunfar y presentan discos excelentes, por lo que merecen llevárselo todo calentito. Una catalana, una murciana y una madrileña y las tres con discos redondos. Un trío de ases para el pop español tan necesitado de creatividad y calidad.

Lantana

Alba Gárate se esconde tras el nombre de Lantana para editar su primer disco de larga duración, 'Desorden y amor'. Antes hubo un ep y varias canciones para bandas sonoras con las que llegó a estar nominada a los premios de la música, MTV e incluso los Goya a la mejor canción original para esa maravilla de película que es 'Azul oscuro casi negro', donde también actuaba.

Catalana criada en Málaga, ha pasado por grupos de funky y rock sinfónico. En 'Desorden y amor', Lantana canta a personas que se aman abrazándose por detrás y a gente que sufre por querer, pero sería demasiado gratuito considerarla una cantante para gays y lesbianas. Eso es demasiado cerrado para todas las lecturas que se pueden hacer de sus canciones y todo lo que cuenta en ellas, aunque Lantana sea la primera que juega con el tema al incluir las imágenes subliminales de unas tijeras en el vídeo de 'Melancolía' (con todo lo que ello significa, sobre todo por la temática que aborda la canción).

En su disco, producido por Suso Sainz, hay armonías vocales que pueden recordar a la primera Amaral o a la mitificada Cecilia. Mucho arreglo clásico de cuerdas en la mejor época del sonido Torrelaguna de Waldo de los Ríos o Rafael Trabuchelli y, sobre todo, historias con sustancia.

En el vídeo de 'Melancolía', Lantana cuenta la historia de una chica que se desespera al ver que la mujer con la que tuvo un rollito ha decidido volver con su marido mientras ella se muere de celos. Lo hace con un vestido atado hasta el cuello, de niña buena, aunque debajo de la falda podamos adivinar las medias negras de latex que lleva. Así es Lantana: dulce y amable a primera vista, pero con un punto canalla que cuando te atrapa no te suelta, como una severa dominatrix que golpea con guante de seda.

Es una lástima que el disco no esté recibiendo todo el apoyo que se merece por parte de los medios y, para muchos, Lantana siga siendo una desconocida. 'Siempre', su nuevo single, ha sido remezclado por Hotel Persona -el grupo formado en Madrid por el bajista de Placebo- de cara a la pista de baile.

Lidia Damunt

Lidia Damunt viene de Madrid vía la Manga del Mar Menor. Bueno, eso dice ella; pero es una mentirosa. Lidia es una viajera del tiempo que ha llegado desde su cabaña en las montañas rocosas. Nadie sabe cómo logró fabricar una máquina del tiempo con la tecnología que había en su época, los años 50, pero lo hizo y se ha plantado en el siglo XXI a traernos todo el folclore de la América profunda.

Tras meter ruido con 'Hello Cuca', Lidia Damunt reaparece armada sólo con una armónica, su guitarra acústica y una pandereta que lleva enganchada al pie. Con estas rudimentarias armas ha perpetrado uno de los discos más bonitos, emocionantes y enternecedores de los últimos años. En 'La isla de las bufandas', el primer cd en solitario de Lidia editado por Lucinda records, se recoge todo el espíritu de Hank Williams (del que hace una versión), Johnny Cash y June Carter, el Grand Ole Opry, Bob Dylan, el blues más oscuro y siniestro, el million dollar quartet, Elvis y las historias de miedo de Tim Burton.

Chicas que son invitadas por sus secuestradores a beber zumo de naranja con trozos de cristal en vez de hielo y obligadas a aullar como lobos para poder escapar, pueblos fantasmas, olas gigantes que atrapan a bañistas, los ocho caballitos de mar que quedan en la Manga antes de que se extinga la raza... Las canciones de Lidia Damunt son como aventuras de Indiana Jones con sectas de comedores de plasma y osos gigantes incluidos.

Lidia Damunt es un error. Su sitio no está aquí, sino con sus vaqueros remangados y una camisa de cuadros viviendo con los Beberly Hillbillies o grabando maquetas en el estudio de Sun records en compañía de Carl Perkins y bebiendo batidos de leche en una heladería con Juke Box. Pero ya que Lidia ha caído en nuestra época, vamos a aprovecharnos de sus canciones y a pasar los momentos más deliciosos del mundo con un disco que más que canciones trae aventuras.

Gastelo

'Ahórrate las flores' es el segundo disco de Gastelo y el primero con el que se lanza a la aventura de la autoproducción. El anterior lo hizo con una multinacional que pasó totalmente de ella y no le dio la más mínima promoción. Por un lado esto fastidió la vida del cd, 'En la luna', que aún se puede encontrar en alguna tienda on line de discos, pero también ayudó a que Victoria Gastelo pudiera ejecutar una claúsula del contrato que le permitía desligarse de la multinacional si no llegaba a un número mínimo de ventas, cosa que no existiendo promoción fue facilísimo de cumplir.

Este nuevo disco de Gastelo es toda una declaración de principios. Victoria ha hecho lo que ha querido. Le ha costado pero ha aprendido muchas cosas del negocio que seguro le sirven en un futuro, aunque no tiene en mente dedicar el sello a editar a otros artistas ya que ella está en esto por la música y no por el negocio.

Las 10 canciones de 'Ahórrate las flores' recuerdan a rock y folk americano de los 70, a Rickie Lee Jones, pero también al pop madrileño de gente como los Secretos o Quique González. Guitarras acústicas, pianos atronadores y mucha, mucha energía y positividad envuelven el disco de Gastelo. Incluso en canciones que podían ser negativas como 'Me vas a matar', el canto a los parásitos y trepas de 'Me estás quitando la luz' o la desesperación del amor no correspondido de 'Aunque no sea yo', destilan fuerza y ganas de salir a flote de cualquier mala situación.

Todo en las canciones de Gastelo son un puñetazo en el plexo solar del oyente para que reaccione, se ponga las pilas y afronte la vida pensando que todo puede ir a mejor. Se nota las ganas y el entusiasmo que Victoria ha puesto a la hora de grabar los temas y todas esas ganas de superación tras el mal trago del primer disco se contagian al oyente y le hace salir a torear la vida con una sonrisa. O como dice Gastelo en 'Estoy aquí': "Lo bueno está aún por venir pero estoy aquí. Aunque nadie se acuerde de mí, aprendiendo a reirme de mí".

Si el Sol sale todos los días por la mañana y la vida nos parece hermosa, es porque la banda sonora del amanecer seguro que la ha puesto Gastelo.

*Alejandro Arteche es nuestro colaborador de música.