"Las colombinas", llenos y triunfos, feria corta pero intensamente divertida

Huelva.-  "Las colombinas" de Huelva, el ciclo taurino mejor estructurado de la temporada desde el punto de vista empresarial, de cuatro festejos, en cuyos carteles no hubo ni un sólo nombre de relleno, arroja un exitoso balance de asistencia a los tendidos y de triunfos en el ruedo: el setenta y cinco por ciento de los actuantes salieron a hombros.

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(EFE)

El diestro Manuel Díaz "El Cordobés" se postra ante su primer toro de la tarde, durante el festejo de la Feria Las Colombinas.

Una feria corta e intensamente divertida para todos, sin que esta última circunstancia deba interpretarse como "hipoteca" del triunfalismo.

Toreros y público se han entregado con recíproca generosidad. ¿Que el toro ha estado en tipo muy a modo para hacerle las cosas con más confianza? Hasta cierto punto lógico, pues no hay que olvidar que "La Merced" de Huelva es plaza "de segunda". Pero cuando menos no se ha dado la desvergüenza del desmoche que se está viendo en otras de rango reglamentariamente superior.

Y desde luego, algo que se ha cuidado mucho ha sido la selección del ganado, con un alto índice de toreabilidad en las cuatro corridas que se han lidiado.

Así se han encontrado tan a gusto los toreros, y así han triunfado. Mientras el público, para qué decir. ¡Qué forma de divertirse! Las palmas por bulerías y los sones de "Mi Huelva tiene una ría" -el pasodoble que a modo de himno canta lo mejor de lo onubense-, acompañando a los triunfadores en las vueltas al ruedo. Huelva, única, por sus encantos naturales, por el carácter de su gente.

Otro acierto de la organización: el horario. Cada día a las ocho de la tarde, cuando el sol va buscando el ocaso, excepto la última función que tuvo que adelantar una hora para acoplarse a la programación de las televisiones autonómicas.

El toro "en tipo", se advertía más arriba. Con hechuras de embestir. Las únicas pegas a la corrida de rejones de Luis Terrón, aunque en manso y todo "se dejó" también. Con desigualdades la del ganadero de la casa, José Luis Pereda, con un gran tercer toro; más completa la de Núñez del Cuvillo, cuyo cuarto toro mereció los honores de la vuelta en el arrastre; y la más pareja y absoluta, la de "Martelilla" del último día.

Los toreros, la gran mayoría, fantásticos. "El Juli" dictó una lección de maestro en todos los sentidos con el gran toro de Núñez del Cuvillo. Alejandro Talavante, ese mismo día y con otro buen ejemplar de igual divisa, desplegó su particular tauromaquia de quietud, variedad y mucha verdad. Muy bien Cayetano Rivera, que formó un lío muy gordo al natural, toreando despacísimo y con mucho ajuste al mejor toro de Pereda.

Las citadas faenas de Juli, Talavante y Cayetano fueron de dos orejas. Como doble trofeo se llevó también "El Fandi" en el último toro de la feria por una labor de corte más bullanguero, de acuerdo a su estilo. Por cierto que el granadino, que había sumado otro trofeo en su toro anterior, gana a todos en la clasificación numérica.

Miguel Ángel Perera, firme e inteligente con dos toros a menos, cortó una oreja a cada uno. Manuel Díaz "El Cordobés", que sumó una oreja y una oreja, dejó bien claro que el clasicismo también lo domina. Y Manuel Jesús "El Cid", con el mismo número de trofeos, a medias en muchas cosas.

Enrique Ponce se tuvo que emplear muy a fondo para llevarse una sola oreja de un toro que apenas colaboró, y con el otro fue imposible. Y sin trofeos Rivera Ordóñez, que dejó pasar la oportunidad de su primer buen toro y cuajó en el siguiente un atractivo tercio de banderillas.

En la de rejones, Pablo Hermoso de Mendoza, un año ausente en "las colombinas", volvió por sus fueros: total en todo, él y su cuadra. Hermoso sumó cuatro orejas ¡y un rabo! Diego Ventura, en su estilo de desproporcionada heterodoxia, sin embargo, con los complejos de verse vencido por el maestro, cortó tres orejas, una de las cuales fue muy generosa. A Fermín Bohórquez no le acompañaron los toros, ni él estuvo muy allá de ánimo.

La suma es fácil. Cuatro festejos a tres nombres por cartel, doce actuantes, de los que nueve salieron a hombros.