La mexicana Acosta quería ser como Nadia Comaneci antes de levantar pesas

Pekín.-  La mexicana Luz Mercedes Acosta recordó hoy a Efe sus comienzos en la gimnasia, favorecidos por el sueño de parecerse a la rumana Nadia Comaneci, a unos días de su debut en la halterofilia de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

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(EFE)

La mexicana Luz Mercedes Acosta durante su participación en la categoría de levantamiento de pesas en la categoria de 63 kilos, durante la final de los XV Juegos Panamericanos de Río 2007.

Acosta, nacida el 22 de diciembre de 1980, comentó que el levantamiento de pesas, la disciplina que le ha llevado a recorrer el mundo, es un deporte "que ni siquiera imaginaba, porque yo era gimnasta".

"Yo era gimnasta y quería ser como Nadia Comaneci, pero mis actitudes y mi condición física no eran las óptimas para ese deporte, así que me mandaron a éste (la halterofilia)", relató Acosta al final de su entrenamiento en la sede olímpica de este deporte en Pekín.

La elección de dejar la gimnasia por el levantamiento de pesas fue una decisión que a sus padres no les gustó mucho, aunque al final su decisión sobrepasó todo, incluso las dificultades de ser mujer en este deporte en México.

"Se tiene el paradigma de que el levantamiento de pesas es exclusivo para hombres, pero ya la globalización, el internet y todo lo demás te demuestra que no es cierto", consideró Acosta, que ya tiene una trayectoria de once años en la tarima.

Explicó que por el hecho de levantar pesas "no dejas de ser mujer" y sostuvo que no existe ningún problema en hacerlo porque es como cualquier otro deporte, como la gimnasia que ella practicaba o como el atletismo.

La haltera confió en que las mujeres mexicanas se decanten por participar en esta disciplina de tal forma que para los próximos Juegos Olímpicos, en Londres 2012, México pueda tener un "equipo completo femenino", apostilló.

Acosta, que levanta 221 kilos, 101 en arranque, comentó que los entrenamientos en Pekin, en una sala anexa a la sede oficial de competición de la Universidad de Astronáutica y del espacio son ahora bastante tranquilos, de pocas repeticiones para afinar detalles.

"Más que nada pensando en lo técnico, concentrándome en lo que tengo que hacer", apuntó Acosta, quien ha participado por México en pruebas internacionales desde los Panamericanos de Santo Domingo, República Dominicana.

Acosta aseguró que en Pekín está totalmente concentrada en su prueba, en la categoría de 63 kilogramos, una de las que tiene mayor número de competidoras y sostuvo que cuando sube a la tarima simplemente se olvida de todo.

"Hay veces que siento como cosquillas, pero se borra el casete, ya no escuchas, no sabes ni quien es el juez", comentó.

Acosta no logró clasificarse a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 por lo que en Pekín tendrá su primera participación olímpica, la cual aseguró disfrutar, especialmente el ambiente en la villa de atletas.

"El ambiente es muy padre, ves a otros deportes, a otros deportistas, es sensacional el ambiente, ya había estado en centroamericanos, panamericanos, y los Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier atleta, para llegar, y el vivirlo de cerca te hace que te emociones más", recordó.

La levantadora de pesas mexicana Damaris Aguirre, quien vive su segunda participación en unos Juegos Olímpicos, compartió con su compañera Acosta la concentración absoluto en la tarima y también el respaldo total de la familia, que le acompañará en Pekín.

"Al momento de la tarima se desaparece todo, trata uno de no pensar", explicó Aguirre, en un momento en el que esperaba el autobús que la lleva del sitio de entrenamiento a la villa olímpica de Pekín, un recorrido de 25 minutos.

Aguirre se declaró "tranquila" en su trabajo previo a su debut en Pekín para lo cual ha hecho un trabajo duro de cuatro años, desde Atenas 2004.