Los nervios llegan demasiado pronto a San Mamés

Bilbao.-  La goleada encajada ayer en San Mamés frente al Almería (1-3) desató los primeros nervios en una afición que, sin tiempo siquiera para digerir la vuelta de las vacaciones, empieza a llevarse los primeros disgustos apenas alzado el telón de la nueva temporada.

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(EFE)

El centrocampista del Athletic de Bilbao Javier Martínez, se lamenta tras una ocasión fallada frente a la UD Almería, durante el partido que ambos equipos disputaron ayer en el estadio de San Mamés.

El enrarecido ambiente que rodeó a este debut contribuyó sin duda a lo que se vivió después en la 'La Catedral'. El traspaso de Aduriz al Real Mallorca, algo que pocos entienden en Bilbao salvo la Junta de Fernando García Macua, enturbió notablemente unas sensaciones de por si no demasiado positivas desde que se inició la pretemporada.

Poco o nada se habló del Almería la pasada semana. La venta del delantero donostiarra, un hecho que objetivamente debilita la plantilla de Joaquín Caparrós, encontró críticas muy severas hasta dentro del propio vestuario rojiblanco.

Fran Yeste, mudo ante la prensa durante más de seis meses, rompió su silencio para erigirse en portavoz de la plantilla y censurar la salida de Aduriz e incluso la planificación de una atípica pretemporada, en la que imperaron los amistosos, nada menos que quince, sobre los entrenamientos, que calificó de "incómoda".

Quizás con argumentos pero con escasa credibilidad para los seguidores, la afición hizo pagar ayer a Yeste su osadía con una sonora bronca cada vez que tocaba el balón después de fallar el penalti que podía haber puesto el 2-3 y, al menos, ilusionado con la remontada a una grada muy desencantada con el pobrísimo juego de su equipo.

Lo cierto es que, echando la vista atrás, el verano tampoco ha sido el plácido paréntesis estival que se preveía después de haber salvado el cuello con cierta holgura la temporada anterior.

Ni siquiera en el día de la presentación reinó la paz. La irrupción de la publicidad privada, en este caso 'Petronor', por primera vez en la camiseta rojiblanca generó el primer punto de fricción en un entorno no demasiado ilusionado con los fichajes, pocos y de escaso 'glamour' de cara al público.

Joseba del Olmo e Iñigo Vélez, dos jugadores que ni siquiera han entrado en la primera convocatoria de Caparrós, fueron las únicas incorporaciones a un grupo que tuvo su mejor noticia en la aparición del joven Ander Iturraspe al frente de un prometedor grupo de canteranos.

Los resultados y la imagen en la última fase de preparación con derrotas merecidas ante equipos de inferior categoría como Tenerife, Eibar o Cádiz o la goleada encajada en el test final de Valladolid no contribuyeron a despejar una niebla cada vez más espesa en el horizonte rojiblanco.