Un estudio dice que el sector del vino de C-LM debe asociarse para reforzar el sistema productivo

Toledo.-  El sector vitivinícola castellano-manchego debe asociarse para reforzar su sistema productivo y proyectarse hacia la internacionalización, con vistas a una mayor rentabilidad, según un estudio sobre asociacionismo agrario publicado por el Consejo Económico y Social (CES) de Castilla-La Mancha.

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(EFE)

El presidente del Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha (CES-CLM), Juan Antonio Mata (d), y el doctor ingeniero agrónomo Antonio Díaz-Barceló Caffarena (i), presentan una publicación sobre el asociacionismo agrario regional titulada "El asociacionismo agrario en Castilla-La Mancha. Un análisis financiero comparado de cooperativas vitivinícolas de Castilla-La Mancha".

Dicho estudio, titulado "El asociacionismo agrario en Castilla-La Mancha. Un análisis financiero comparado de cooperativas vitivinícolas de Castilla-La Mancha", ha sido presentado hoy en Toledo por el presidente del CES, Juan Antonio Mata, y por el autor del estudio, Antonio Díaz-Barceló.

A juicio de Mata, el sector vitivinícola castellano-manchego debe asociarse para reforzar su sistema productivo y "así tener fuerza e internacionalización, más rentabilidad y, a la larga, más inversión", ya que "producimos, pero no comercializamos marca".

Por su parte, Díaz-Barceló ha abogado por que en Castilla-La Mancha se potencie la innovación y se mejore la gestión, aunque ha precisado que esta comunidad está bien posicionada para competir en el norte de Europa.

También ha destacado el dato de que ninguna cooperativa española se encuentra entre las 30 primeras de la Unión Europea (UE), las cuales, ha explicado, "han tenido un fuerte crecimiento por las fusiones".

Díaz-Barceló ha precisado que el estudio se ha llevado a cabo a partir del análisis de siete cooperativas significativas del sector de la región, cuatro grupos vitivinícolas que cotizan en la Bolsa -Varón de Ley, Cune, Paternina y Bodegas Riojanas-, 56 empresas muestreadas por la Central de Balances del Banco de España y la base de datos "Amadeus" que agrupa a 881 empresas, 66 de ellas españolas, 306 francesas, 388 italianas, 20 alemanas y 31 portuguesas.

El estudio revela que las cooperativas de Castilla-La Mancha están gestionadas para dejar el beneficio en manos del viticultor, lo que les permite funcionar con escaso personal y bajo coste en relación a otras empresas españolas y de la UE.

Además, el sector español tiene una mayor rentabilidad en relación con las empresas de los principales países productores de la Unión Europea, a pesar de unos peores ratios de eficiencia y unos ratios de productividad intermedios.

Para llevar a cabo este estudio se ha tenido en cuenta la situación del sector en la UE, que produce el sesenta por ciento del vino en todo el mundo.

De este porcentaje, el 94,5 por ciento lo integran Francia, Italia, España, Alemania y Portugal, por orden de producción.

Concretamente, España produce 36 millones de hectolitros y posee la mayor extensión mundial de viñedo con 1.140.000 hectáreas, de las cuales casi la mitad, concretamente 600.000, pertenecen a Castilla-La Mancha.

El estudio publicado por el CES es una ampliación de la tesis doctoral del ingeniero agrónomo Díaz-Barceló, que obtuvo la calificación de "sobresaliente Cum Laude" y que ha recibido el premio "Manuel Alonso" que concede la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias.

Según Mata, el CES ha publicado este trabajo por el importante peso de este sector en Castilla-La Mancha, donde existen 112.000 agricultores dedicados al viñedo, actividad que genera más de 9 millones de jornales al año, lo que se traduce en 38.000 puestos de trabajo.