España, en el punto de mira por un checheno

El Gobierno español se encuentra en el punto de mira de organizaciones internacionales de los derechos humanos tras autorizar la extradición del ciudadano checheno Murad Ajmerdovich Gasayev a Rusia, donde —según denuncian estos grupos— sufre el grave riesgo de ser sometido a torturas y abusos.

Una imagen de Gasayev en 'El País', en 2006.

"Las autoridades españolas parecen querer librarse de Gasayev a cualquier precio", dice Julia Hall, experta en contraterrorismo de Human Rights Watch (HRW). "Pero las promesas vacías que ofrece Moscú no van a proteger a ese hombre de padecer malos tratos. Sólo detener el proceso de extradición evitaría eso".

La Audiencia Nacional española ha aprobado la petición de extradición porque la Fiscalía rusa se ha comprometido a que Gasayev no sería condenado a muerte ni a cadena perpetua. Las autoridades rusas han ofrecido también 'garantías diplomáticas' de que no será sometido a malos tratos durante su detención. Pero, según HRW, Rusia ha demostrado reiteradamente que ese tipo de promesas no son ninguna salvaguarda real frente a los abusos institucionales que se perpetran en el país del presidente Medvedev.

Según documenta la organización, Moscú, por ejemplo, no cumplió el compromiso que adquirió frente a Estados Unidos de ofrecer un juicio justo y un trato humano a un grupo de detenidos de la prisión de Guantánamo que fueron trasladados a Rusia en el año 2004.

Amnistía Internacional (AI) también considera que las 'garantías diplomáticas' ofrecidas por las autoridades rusas son 'papel mojado' y no eximen al Gobierno español (que tras la aprobación de la Audiencia Nacional tiene que poner en marcha la extradición) de su obligación de no entregar a ninguna persona a un país en el que corra el riesgo de ser sometida a abusos.

"Las garantías ofrecidas por la Federación Rusa no son fiables, y España incumplirá las obligaciones que ha contraído en virtud del Derecho internacional si el Gobierno da luz verde a esta extradición", señala Nicola Duckworth, directora del Programa para Europa y Asia Central para AI.

A Murad Gasayev se le busca en Rusia por su presunta conexión con un atentado contra edificios del Gobierno, cometido por un grupo armado en la República de Ingushetia en junio de 2004. Tras ser detenido y —según él denuncia— torturado por las autoridades rusas, Gasayev quedó libre sin cargos. En 2005 huyó a España, donde solicitó asilo, una petición rechazada en virtud de información confidencial de las autoridades españolas a la que ni él ni su abogado han tenido acceso jamás.

Según la documentación en poder de las organizaciones humanitarias, la Audiencia Nacional, en su dictamen, indica a las autoridades españolas que consulten con el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa para que éste supervise la situación de Gasayev mediante visitas a Rusia, una vez sea extraditado.

La recomendación es sorprendente, ya que el Comité dice no haber sido consultado sobre su posible papel en este caso. Además, en pasadas ocasiones, este organismo ha manifestado que raras veces se llevan a cabo investigaciones efectivas en los casos de presuntos malos tratos o detención ilegal en Chechenia y que las autoridades rusas no reaccionan de manera adecuada a los motivos de preocupación expuestos.

La Audiencia Nacional sugiere también como alternativa que miembros de la delegación diplomática española en Moscú realicen visitas de monitoreo a Gasayev, una vez retornado a Rusia, una propuesta que también ha generado gran escepticismo en las organizaciones humanitarias y entre los propios diplomáticos. Fuentes de Exteriores no ocultan su sorpresa sobre una proposición que consideran impracticable.

Artículo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

"En el pasado los rusos han roto reiteradamente su promesa de permitir la visita de monitores a detenidos", dice Julia Hall, de HRW. "Pero incluso si a los diplomáticos españoles se les permitiese ver a Gasayev, eso no le protegería de posibles abusos. La tortura se suele practicar en secreto, intimida al prisionero y éste, por miedo, bien a poner en riesgo su propia vida o la de su familia, no suele hablar a los monitores de los malos tratos que pueda estar sufriendo".

"La decisión de Madrid es muy preocupante", continúa Hall. "Si las autoridades españolas proceden a esta extradición, estarán además sentando un precedente terrible en Europa, porque hay muchos ciudadanos chechenos acogidos en otros países de la UE y esto los dejaría mucho más desprotegidos frente a un sistema, el ruso, que no responde ante las denuncias ni busca responsables".

Para saber más

• El proceso de extradición de Murat Gasayev a la Federación Rusa, según Amnistía Internacional