Chile tendrá un crecimiento del 3,8% en 2008, según la Cepal

Santiago de Chile.-  La economía chilena alcanzará en 2008 un crecimiento cercano al 3,8%, inferior al 5,1% del año pasado, influida por el alza de los precios de los combustibles y la crisis en EE.UU., según el Balance Preliminar de las Economías de la región presentado hoy en Santiago por la Cepal.

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(EFE)

No obstante, la inflación anotó elevados registros, que bordearon el 10 por ciento en 12 meses durante el segundo semestre, tanto medida a nivel de la inflación de precios como de sus componentes de tendencia, excediendo con creces la meta inflacionaria.

En tanto, la inflación llegará al 8,9% en 2008 frente al 7,8 por ciento registrado el 2007, mientras la tasa de desempleo urbano se incrementará hasta el 7,7%, seis puntos más que el 7,1% observado en 2007, señaló el informe.

Las exportaciones aumentaron desde 76.429 millones de dólares en 2007 hasta 78.863 millones este año, y las importaciones subirán desde 53.938 millones de dólares el año pasado hasta 70.502 millones de dólares el 2008, mientras la balanza de pagos global terminará el año con un superávit de 5.200 millones.

El informe añade que la política fiscal chilena continuó orientada a alcanzar un superávit estructural de un 0,5 por ciento del PIB, que permite una expansión del gasto público según los valores a mediano plazo de sus principales determinantes.

"De esta forma, el gasto se mantuvo en un ritmo levemente superior al 5 por ciento anual, dentro de su trayectoria de los últimos años", añadió la Cepal.

Por su parte, la política monetaria siguió orientada a alcanzar las metas de inflación en un rango entre un 2% y un 4% en un horizonte de dos años.

No obstante, la inflación anotó elevados registros, que bordearon el 10 por ciento en 12 meses durante el segundo semestre, tanto medida a nivel de la inflación de precios como de sus componentes de tendencia, excediendo con creces la meta inflacionaria.

Según el organismo internacional este resultado puede atribuirse a los fuertes incrementos de los precios externos de los alimentos a partir de 2007, así como de los combustibles en la primera parte de 2008, a lo que se sumó su propagación a los precios internos, facilitada por la indexación y el intenso ritmo de la demanda.

Indica que ante esta situación, el banco central incrementó en varias ocasiones la tasa de interés de política monetaria, la que, tras alcanzar un 5% cuando se inició el repunte inflacionario en abril de 2007, llegó en septiembre de 2008 a un 8,25%.

No obstante, en los dos últimos meses del año las bajas de los precios externos aliviaron las presiones inflacionarias, con lo que la inflación en 12 meses se situaría en un nivel cercano al 8,5%.

En 2009 se prevé una desaceleración del crecimiento a un 2%, dado que se espera una reducción de la demanda externa, condiciones de liquidez interna e internacional más ajustadas y una incertidumbre significativamente mayor.