Las nuevas víctimas de las pateras: niños y adolescentes

"Antes las familias campesinas del sur de Marruecos vendían su vaca para mandar a sus hijos mayores a España como una inversión. Ahora mandan a los pequeños porque saben que la ley los ampara y no van a ser repatriados". Mouhammed Boucharmmir trabaja desde hace nueve años en el puerto de Tánger junto a decenas de marroquíes que esperan cada día a subirse a una patera y poder alcanzar las costas españolas. Él conoce mejor que nadie esta realidad y escuchando sus declaraciones se entiende por qué la mayoría de los fallecidos en el naufragio de este domingo en Lanzarote eran menores de edad.

Borja Suárez (REUTERS)

El naufragio se produjo el domingo a 20 metros de la costa de Lanzarote.

La cifra está todavía por confirmar, pero las autoridades hablan de que la tragedia, ocurrida a sólo 20 metros de la costa de Teguise y catalogada como una de las peores de la última década, se ha cobrado la vida de entre 14 y 16 niños. Según Salvamento Marítimo, 30 marroquíes viajaban en la barcaza. 21 cadáveres ya han sido retirados del agua y sólo seis inmigrantes han sido rescatados con vida, entre ellas un menor.

La presencia de menores a bordo de pateras se ha convertido en una tendencia cada vez más habitual en los últimos tiempos. Sólo en el mes de enero llegaron a Canarias 63 en siete embarcaciones. Isabel Lázaro, directora del Encuentro sobre Menores extranjeros No Acompañados (MENA) celebrado este fin de semana en la Universidad Pontificia de Comillas, cree que esto responde a una nueva estrategia migratoria: "niños y adolescentes están sustituyendo a padres y madres".

Todo está planeado

La razón no es otra que la que apuntaba Boucharmmir al principio: en Marruecos consideran que "mandar a los pequeños a España es una inversión mucho más segura" porque "saben que no van a ser expulsados". Según la Ley de Extranjería, los inmigrantes menores de edad pasan a ser tutelados por la Comunidad Autónoma competente y viven en un centro de acogida hasta que alcanzan la mayoría de edad. En ese tiempo, en el centro les tramitan los papeles y hacen lo posible por encontrarles trabajo. Nada que ver con lo que pasa con los mayores de 18 años que son enviados a un centro de internamiento para después ser expulsados a sus países de origen.

Carlos, que trabaja desde hace cinco meses en un centro de acogida de menores en la península, está convencido de que antes de venir a España "tienen todo planeado". Tanto ellos como sus familias "saben que por el hecho de ser menores de edad les van a recoger en un centro, y tienen más oportunidad para quedarse en España, porque la mayoría terminan con papeles". Aunque muchas veces no se lo cuenten directamente, tanto él como sus compañeros lo notan. "El día que hablan con su familia siempre preguntan algo sobre los trámites y el papeleo para quedarse aquí", añade. Lo ven como un seguro a largo plazo.

Y es que la edad es un factor clave para los inmigrantes. De hecho muchos jóvenes afirman a su llegada a Canarias que son menores para asegurarse un tratamiento diferente y la posibilidad de no ser expulsados. Las radiografías del antebrazo a la mano y las pruebas de la osificación realizadas en 2007 delataron que más del 60% inmigrantes que decían ser menores, no lo eran.

La crisis no es un problema

El goteo de pateras no cesa a pesar de la situación económica que vive nuestro país. Hoy mismo ha sido avistada una nueva embarcación frente a las costas del Sur de Tenerife, en el puerto de los Cristianos. Y vienen a pesar de que muchos inmigrantes se están viendo obligados a regresar a sus países por la falta de trabajo. ¿No conocen la situación económica?

Boucharmmir asegura que saben perfectamente la realidad que vive España. "Ésta es la primera vez que inmigrantes que vienen a Marruecos tras haberse instalado en España cuentan que lo están pasando mal", asegura. Según él, hasta ahora decían que vivían muy bien, pero han empezado a contar "se está muy mal y no es fácil encontrar trabajo". Además, en el norte del país pueden ver unos trece canales de televisión españoles y se enteran de todo lo que pasa. Eso no es un problema porque "por muy mal que esté la cosa en España, para ellos la situación es mucho peor", concluye.