Sarkozy se compromete a negociar sobre el terreno la crisis en Guadalupe

París.-  El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se comprometió hoy a negociar, personalmente y sobre el terreno, el fin de la huelga que paraliza Guadalupe desde hace un mes y a aprobar una ayuda "adicional" de 580 millones de euros para los territorios de ultramar.

El jefe del Estado enumeró una larga lista de medidas concretas de ayuda a las poblaciones de ultramar, en una intervención de unos cinco minutos retransmitida esta noche en directo por la cadena Reseau France Outre-mer (RFO).

Tras admitir que comprende la sensación de "injusticia" de los habitantes de esos territorios y la frustración que genera el incremento de precios debido a la crisis económica, el presidente dijo que "lo más importante para el futuro es emprender el cambio estructural" y discutir los retos del futuro en un debate sin cortapisas.

Una vez que Guadalupe retome la calma, Sarkozy se desplazará a la isla para encabezar "la mayor consulta que se haya realizado nunca en ultramar".

Así la definió él mismo en el discurso que previamente ofreció ante los cargos electos de los cuatro departamentos franceses de ultramar (Guadalupe, Guayana, Martinica y Reunión), a los que recibió hoy en el Palacio del Elíseo para abordar esta crisis no sólo social, dijo, sino también "de identidad y política".

"Abriré yo mismo este ciclo de consultas locales yendo a Guadalupe", anunció Sarkozy, tras precisar que su viaje a la isla antillana será cuando se haya puesto fin a la ola de violencia desatada en los últimos días.

Según sus previsiones, el diálogo debería concluir en un plazo máximo de tres meses con la adopción de un "amplio plan de modernización" de los territorios de ultramar.

Para ello, el presidente está dispuesto a hacer concesiones y, de entrada, promete ese esfuerzo "adicional" de 580 millones de euros que serán destinados a mejorar la calidad de vida de la población de dichos territorios.

Promete también acceder a reivindicaciones de los convocantes del paro, como la de subir los salarios más bajos, pero antes de nada Sarkozy considera fundamental poner fin a los disturbios que cada noche se producen en la isla.

Sarkozy condenó los incidentes registrados en las protestas convocadas para exigir la subida de los salarios, especialmente el "asesinato" de un miembro del colectivo convocante, el LKP, que agrupa a sindicatos, organizaciones políticas y asociaciones.

"Es inadmisible", dijo, antes de precisar que esta muerte no tiene nada que ver con la crisis social y que "tenemos el deber de escuchar a nuestros compatriotas y, al mismo tiempo, tenemos el deber de llevar la paz civil lo antes posible".

Además de esa muerte, varias personas resultaron heridas y otras muchas detenidas en los enfrentamientos registrados entre la Policía y los manifestantes que desde hace 29 días salen a la calle para protestar contra el aumento de los precios y la carestía de la vida en ese archipiélago francés de las Antillas, con menos de medio millón de habitantes.

París ha enviado refuerzos militares para frenar los disturbios que en los últimos días han ido acompañados de pequeños incendios y saqueos de establecimientos públicos y que se han extendido a Martinica.

En esta isla la huelga general dura ya más de una semana y hoy mismo entre 8.000 y 10.000 personas volvieron a manifestarse para exigir ayuda a París.

Para la oposición, las medidas anunciadas por Sarkozy están bien, pero llegan demasiado tarde, al igual que para los huelguistas, a quienes no les salen las cuentas.

Esta es la impresión que transmitió el líder del LKP, Elie Domota, en declaraciones a la cadena de televisión TF1 tras escuchar las propuestas del presidente.

Domota denunció el hecho de que Sarkozy y su Gobierno sólo reaccionen cuando se producen incidentes graves.