Quintana considera un error el acto con los mayores y pide disculpas a los que "incomodó"

A Coruña.-  El candidato nacionalista a la Presidencia de la Xunta, Anxo Quintana, ha lamentado hoy que alguien se pudiese haber sentido ofendido por su presencia ayer en un encuentro de mayores en Oia y calificó de "desagradable sorpresa" que esto haya "incomodado" a alguien, porque "esa no era mí intención."

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Quintana insistió de nuevo, ya lo había aclarado ayer en su discurso, que el acto fue organizado por la Confederación Gallega de Mayores (COGAMA), al que él fue invitado, y cargó las tintas contra las acusaciones realizadas por el PP, al que contestó que Rajoy "tiene más que explicar".

Lo que sucedió ayer, subrayó Quintana, "fue una equivocación de los que organizaron el acto, que no debería haber sucedido nunca", un encuentro, dijo, donde "todo el mundo tenía derecho a saber que yo iba a estar".

Por ello apeló a los organizadores a que diesen "cumplidas explicaciones" a quienes no estaban informados de su presencia.

Tras intentar acabar con la polémica suscitada por el acto de ayer, con más de 600 mayores, al que asistieron altos cargos de Vicepresidencia de la Xunta, acusó al PP de "inventarse hechos que no sucedieron y que no pasaron."

"No es la primera vez que lo hacen -dijo-, inventan mentiras e infamias para sembrar dudas, ya lo hicieron diciendo que tenía en mí coche un minibar de un millón de pesetas y lo que tenía era una nevera de 40 euros".

Escuchar ahora la palabra "secuestro" e "indignidad" de boca de miembros del PP, cuando "los únicos indignos y que secuestran a los ciudadanos son ellos, que les niegan un debate a este país".

Rajoy, que hoy estuvo en el mismo hotel de Oia en el que estuvo Quintana, "debería aprovechar su discurso para explicar las conexiones que tiene con el señor Correa y por qué le organizó campañas".

Retó de nuevo a Feijóo a que "si tiene tantas cosas que decir de mí, las diga en un debate y no por detrás, en una campaña de difamación como lo de ahora" para lo que le puso un "papel en blanco" que aseguró aceptar si el líder del PP "está dispuesto a debatir".

Quintana hizo estas declaraciones ante los medios de comunicación, minutos antes de iniciar un reparto electoral por la calle Real de A Coruña, en un recorrido que pecó un poco de frío y donde, a diferencia de los mítines, quienes más se acercaron a él fueron los adolescentes que paseaban por la calle.

A mitad de camino, Quintana pidió una pausa para poder tomar un café, para lo que paró en el bar Verdura de la plaza de María Pita, donde se tomó un "cortado descafeinado de máquina".

En ese trayecto, una señora lo paró y le entregó una petición de audiencia para reunirse con él, por la que lleva esperando más de medio año, "para intentar resolver un problema personal con un familiar", indicó la mujer sin querer ofrecer ninguna explicación a mayores, tras conseguir de Quintana la promesa de recibirla después del 1 de marzo.

Los teléfonos móviles surgieron de los bolsillos de tres adolescentes para sacarse una foto con el candidato nacionalista, en uno de los casos "simplemente para fastidiar a mí viejo, que verás cómo se pone", dijo bromeando.

El punto final a la jornada lo puso Quintana en un bar de la calle de la Barrera, clásica parada en las rutas de vinos de esta ciudad, en el que había un importante numero de simpatizantes del BNG.

A su lado, en todo el recorrido, estuvieron el secretario de organización del Bloque Nacionalista Galego, Alberto Ansede, el diputado Francisco Jorquera y los miembros de la corporación municipal del BNG.