Río de Janeiro.- Las empresas brasileñas están despidiendo empleados por el temor de que la situación de la economía se agrave y no necesariamente por estar enfrentando dificultades provocadas por la crisis financiera internacional, según un estudio divulgado hoy por el Gobierno.
El mayor despido masivo fue anunciado hace dos semanas por el fabricante de aviones Embraer, que decidió rescindir los contratos de cerca de 4.300 de sus trabajadores.
De acuerdo con el análisis del estatal Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA), la velocidad con la que las industrias están despidiendo empleados y reduciendo su producción "no parece ser explicada totalmente por dificultades en el mercado de crédito".
"La explicación más plausible para el agravamiento de la crisis en Brasil parece ser que los agentes económicos están atemorizados y, en consecuencia, toman la decisión más racional desde el punto de vista individual: reducen de forma drástica sus gastos", afirma el estudio del organismo, vinculado al Ministerio de Asuntos Estratégicos.
"Por un lado los empresarios archivan proyectos de inversión, reducen costos y disminuyen la producción y, por el otro, los trabajadores, con temor al desempleo, reducen el consumo para aumentar su ahorro", agrega el documento.
Ese fenómeno, afirma el estudio, dejó en terreno bastante negativo tanto el crecimiento económico como el nivel de empleo en el primer trimestre del año.
Según datos oficiales, Brasil perdió tan sólo en diciembre del año pasado y enero de 2009 cerca de 755.000 empleos formales.
El mayor despido masivo fue anunciado hace dos semanas por el fabricante de aviones Embraer, que decidió rescindir los contratos de cerca de 4.300 de sus trabajadores.
Por otro lado, la tasa de crecimiento anual de la producción industrial se desplomó desde el 6,8 por ciento en septiembre del año pasado hasta el 3,1 por ciento en diciembre pasado.
De acuerdo con el IPEA, en una coyuntura en que tanto empresas como trabajadores reducen sus gastos y comprometen el crecimiento futuro, la única alternativa es elevar los gastos públicos.
El Instituto sugiere incluso que el Banco Central reduzca la tasa básica de intereses del actual 12,75 por ciento anual hasta un siete por ciento anual con el fin de ahorrar recursos que podría destinar a inversiones.
Según el IPEA, con tasas de intereses del siete por ciento al año el Gobierno ahorraría entre 30.000 y 43.000 millones de reales (entre 12.500 y 17.920 millones de dólares) que actualmente destina al pago de intereses por su deuda pública.
"Los gastos con intereses no representan generación de empleo o renta, por lo menos no en magnitud significativa. El gasto público es el único instrumento de reacción a la crisis. Es así como los países desarrollados están actuando y es la única alternativa", dijo el director de Estudios Macroeconómicos del IPEA, Joao Sicsú.
Las tasas de interés en Brasil figuran entre las mayores del mundo y el Banco Central se niega a reducirlas por temor de que esa medida tenga un fuerte impacto en la inflación.
Tan sólo en enero, presionado por la crisis, el Banco Central redujo los intereses en un punto porcentual, el mayor recorte de los tipos en cinco años.
"En la actual coyuntura, los intereses no tienen ninguna relación con el crecimiento y, por lo tanto, no tienen ninguna relación con la inflación", dijo Sicsú al descartar que una posible reducción de los tipos pueda provocar la subida de los precios.
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