Los alumnos de Enfermería inician una campaña para que los compañeros dejen de fumar

Mérida.-  Sonia de Matos, Verónica Polo, Sergio Rico, Úrsula Sánchez y Esperanza Santano, alumnos de segundo de Enfermería en Cáceres, han puesto en marcha la campaña antitabaco "A no fumar. ¡Me apunto!" con el objetivo de que sus compañeros abandonen su adicción al tabaco.

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(EFE)

Un grupo de alumnos de segundo de Enfermería de Cáceres han puesto en marcha la campaña antitabaco "A no fumar. ¡Me apunto!" con el objetivo de que sus compañeros abandonen su adicción al tabaco. EFE/Archivo

La actividad se engloba dentro del programa práctico de la asignatura Enfermería Comunitaria, tutorizado por el profesor Julián F. Calderón y que pretende que los estudiantes aprendan a crear hábitos saludables en la población, según informa la Universidad de Extremadura (UEx) en una nota remitida a Efe.

El grupo eligió este tema porque opinan deben ser un modelo de referencia para los pacientes, ya que "no les puedes pedir a un enfermo que deje de fumar si tú tienes el hábito", según afirman.

Fieles a estos principios, propusieron hacer extensible la máxima al resto de sus compañeros y dividieron la campaña en tres fases sucesivas: reducción, abandono y abstinencia.

La campaña que no se ocupa en principio de la prevención porque a estas edades ya se ha iniciado el consumo, sino que quiere concienciar en términos positivos centrándose más en los efectos desagradables del tabaco como el envejecimiento de la piel, el color de las manos o en los efectos nocivos a largo plazo.

Antes de iniciar el proceso de captación, elaboraron dos vídeos promocionales que inducían a la reflexión sobre los motivos que llevan a que una persona fume, que se proyectan en los cambios de clase en las pantallas informativas de la Escuela Politécnica.

Además emplearon otras herramientas que dieran a conocer su actividad por el centro: pegada de carteles con el color corporativo naranja, el uso de camisetas serigrafiadas con el lema de la campaña y encuestas a las personas que observaban fumando.

En total, participan en el proyecto catorce alumnos, con los que mantienen al menos dos reuniones por semana.

Previo al comienzo de la primera fase, los participantes rellenaron un cuestionario para conocer cuál es su consumo real, qué les aporta y los motivos que tienen para dejar este hábito.

Conocidas las motivaciones, se plantea a lo largo de casi una semana la reducción del consumo al 50 por ciento.

Las razones que llevan a un joven a fumar son en su mayoría la necesidad de pertenencia al grupo y deciden dejarlo por salud, el olor en la ropa, porque perjudica a la piel, arrugas, el agotamiento o la tos.

La segunda fase trata de poner de manifiesto los beneficios que van a obtener a nivel físico y orgánico.

Gracias a las charlas y tras la proyección del vídeo "Abandona y gana", llegan a la tercera fase, la abstinencia, donde el grupo les informa sobre las situaciones que se van a encontrar: ansiedad al levantarse o después de comer, ante lo que se les recomienda que beban agua o coman una pieza de fruta.

También aquí, el grupo se encarga de derrumbar "falsos mitos" como que dejar de fumar engorda.

En cada una de las distintas etapas, los jóvenes llevan una tarjeta identificativa con un lema: en la primera, "A no fumar. Me apunto"; la segunda "Abandona y gana", y la tercera, "Hoy lo dejo".

En los intercambios de clase, el grupo pasea con ellos porque estas ocasiones las aprovechan el resto de compañeros para fumar.