Huguet pide una financiación proporcional más allá del debate sobre el dinero

Madrid.-  El conseller de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat, Josep Huguet, ha subrayado hoy que Cataluña no aceptará un mal acuerdo de financiación autonómica, porque el dinero "es lo de menos", y lo verdaderamente importante es que las CCAA reciban fondos proporcionalmente a su esfuerzo fiscal.

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(EFE)

El conseller de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat de Cataluña, Josep Huguet, pronunció una conferencia en el "Foro Nueva Economía", dentro del ciclo España Innova, hoy en Madrid.

Durante una conferencia pronunciada en el "Foro Nueva Economía", dentro del ciclo España Innova, Huguet ha criticado que a lo largo de los años Cataluña haya recibido financiación de manera "inversamente proporcional" a lo que ha aportado al resto, y ha opinado que el nuevo modelo debe acabar con esta situación.

Y no sólo con ello, sino también con el "efecto perverso" que ha provocado la solidaridad interterritorial en algunas comunidades, que han utilizado de manera "abusiva" los fondos que recibían del Estado o incluso, de la UE, sin impulsar su propio caudal de esfuerzo.

Huguet ha asegurado que las comunidades han de ser solidarias para garantizar los servicios sociales esenciales, especialmente en materia de sanidad y educación, pero ha insistido en que no hay que alargar de manera innecesaria este modelo porque si otras CCAA se acomodan a recibir fondos ya "no es una buena solidaridad", y "una cosa es cooperar, y otra expoliar".

"No debemos temer la competencia (entre regiones) entendida de una manera leal, siempre que haya mínimos compartidos" en sanidad, educación o temas sociales, ha agregado.

Así sucede en países como EEUU, Alemania o la India, por lo que ha insistido en pedir que se avance hacia un Estado federal, porque el actual modelo autonómico está "en equilibrio inestable".

Bajo su punto de vista, no hay que meter en el mismo saco la financiación con la salida a la crisis económica.

En España, ha comentado, existen algunos puntos débiles que harán que la crisis se supere más tarde, como el hecho de que la mano de obra barata haya hecho que las empresas, durante mucho tiempo, no quisieran invertir en innovación, o que el sector inmobiliario haya pesado en exceso en el modelo económico.

No obstante, ha opinado que no puede pararse la globalización -lo contrario, ha dicho, sería volver al siglo XIX-, pero se debe avanzar hacia una globalización con las reglas del juego definidas y con un requisito indispensable: que se apoye en modelos democráticos y no autoritarios.

A este respecto, ha opinado que en un mercado global con países que respeten los derechos laborales o medioambientales y países que se los salten "no es jugar limpio".

También ha abogado por combatir la economía sumergida y los paraísos fiscales, única manera de generar estabilidad en el sistema financiero internacional y evitar nuevas crisis como la actual.

Para Huguet, no hay que eludir el debate sobre la flexibilización del mercado laboral, pero de la misma manera que los trabajadores deben "apretarse el cinturón" en tiempos de crisis, deberían poder participar de los beneficios de las empresas durante las "vacas gordas".

Y ha pedido, además, que se camine hacia un modelo de subsidio del desempleo similar al de los países nórdicos, donde si el parado no busca trabajo o rechaza tres ofertas, se queda sin prestación.

Así se lograría que el paro técnico, en momentos de bonanza económica, fuera de alrededor de un 2 por ciento y no del 9 por ciento que se daba en España.

Respecto al modelo de cajas de ahorros en Cataluña, Huguet ha pedido que no se modifique por el hecho de que en otras comunidades autónomas no funcione; "si hay un modelo que funciona no lo cambiemos, toquemos el que funciona mal", ha demandado.

También ha pedido libre competencia en los aeropuertos, que funcionen como empresas -salvo aquellos pequeños que requieran la mano del Estado- para mejorar sus servicios.

En relación con Spanair, ha asegurado que el gobierno catalán no ha invertido dinero en la compañía, pero sí ha avalado a quienes lo han hecho, porque si se quiere caminar hacia aeropuertos que compitan y funcionen como empresas es bueno que El Prat no sea sólo suelo de aerolíneas de bajo coste.