La mayor preocupación de los afectados está en los cambios corporales debido al tratamiento

Valencia.-  La mayor preocupación de las personas infectadas por el virus del Sida se encuentra en los efectos secundarios del tratamiento antirretroviral y, especialmente, en los cambios en el aspecto corporal que pueden identificarlos como portadores de la enfermedad.

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(EFE)

Un médico realiza una exploración médica a un paciente. EFE/Archivo

Este es uno de los resultados de una encuesta elaborada por la Asociación Internacional de Médicos de Atención del Sida, en el que han participado cerca de 3.000 pacientes seropositivos de dieciocho países y cuyas conclusiones han sido presentadas en el duodécimo Congreso Nacional del Sida que se celebra en Valencia.

Según la encuesta, para el 65% de los afectados la mayor inquietud por los efectos secundarios del tratamiento médico está en los cambios que pueden producirse en el rostro, el cuerpo, el cabello, la piel o las uñas.

Le siguen la preocupación por los efectos en el hígado (58%), dolor articular o muscular (54%), trastornos del sueño (53%), fatiga o anemia (52%), problemas gastrointestinales (51%), pérdida ósea (51%), afecciones cardiovasculares (48%), neuropatías (46%) y enfermedad renal (42%).

"Incluso uno de cada diez pacientes no cree que el beneficio de la medicación antirretroviral compense los efectos secundarios", ha señalado María José Galindo, del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Valencia, que ha presentado los resultados del estudio.

Así, ocho de cada diez de los afectados encuestados afirman que ha cambiado su tratamiento al menos una vez, y el 28% asegura que ha desarrollado en algún momento resistencias a la terapia antirretroviral.

La encuesta también señala que otra de las preocupaciones de los afectados es el estigma y la discriminación que muchos de ellos sufren en su entorno laboral y afectivo, y de hecho más de la mitad se mostró "muy" o "algo" preocupado por el hecho de que los demás sepan que son seropositivos.

La Asociación Internacional de Médicos en Atención del Sida aboga por aumentar la información a los afectados, ya que según la encuesta a siete de cada diez les gustaría saber más sobre el VIH y sus tratamientos.

Una de las repercusiones asociadas al tratamiento antirretroviral es el Síndrome de Lipodistrofia, que se presenta con una pérdida de grasa en la cara, brazos, piernas o nalgas y/o el aumento de grasa en el abdomen o en la zona dorsocervical de la espalda.

Según el presidente de CESIDA, Santiago Pérez Avilés, este Síndrome, descrito en 1998 y que causa importantes cambios corporales, provoca problemas físicos como alteraciones metabólicas, sociales y psicológicos, con trastornos depresivos y de ansiedad, y prevalencia de fobias sociales que llevan al aislamiento de las personas que las padecen.

Una de las manifestaciones de este síndrome es la lipoatrofia, que consiste en la pérdida de grasa de distintas partes del cuerpo, entre ellas la cara, aunque la cirugía reparadora para minimizar el problema de la lipoatrofia facial ya se encuentra dentro de las prestaciones básica del Sistema Nacional de Salud.

Durante la jornada de hoy también se ha expuesto la experiencia del Biobanco Español de VIH, el primero de estas características que funciona en el mundo y que contiene una colección de muestras biológicas de pacientes infectados por VIH para la investigación de esta enfermedad.

El Biobanco, creado en 2004 y ubicado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, dispone actualmente de 60.000 muestras de pacientes, de las que casi 2.000 participan en diecinueve proyectos de investigación nacionales e internacionales.

Según Isabel García Merino, del Hospital Gregorio Marañón, el Biobanco VIH se creó con el objetivo de llevar a cabo el procesamiento y la criopreservación de muestras biológicas de pacientes infectados por VIH, que posteriormente son cedidas para proyectos de investigación relacionados con la infección por el VIH/SIDA.