Desarticulan un grupo que vendió más de 300 falsas ofertas de empleo a inmigrantes

Las Palmas de Gran Canaria.-  La Policía Nacional ha desarticulado un grupo delictivo que vendía por entre 800 y 5.000 euros falsas ofertas de trabajo a inmigrantes africanos en Canarias mediante supuestos empresarios que, usando sociedades inexistentes, presentaron más de 300 solicitudes de residencia en dos años.

ampliar foto

(EFE)

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo delictivo que vendía por entre 800 y 5.000 euros falsas ofertas de trabajo a inmigrantes africanos en Canarias mediante supuestos empresarios que, usando sociedades inexistentes, presentaron más de 300 solicitudes de residencia en dos años. EFE/Archivo

Un total de nueve personas, cuatro falsos empresarios, tres de Las Palmas de Gran Canaria y uno de Valencia, cuatro africanos que hacían de intermediarios en la venta de falsas ofertas de trabajo a personas de sus países y otro extranjero indocumentado que se presentó reclamando un permiso que había pagado, han sido detenidas, según anunció hoy la Jefatura Superior de Canarias, en la operación.

Ésta se inició, conforme a un comunicado de la Jefatura, en octubre del año pasado, tras detectarse que el titular de una supuesta empresa del sector ganadero del sur de Gran Canaria "presentó en un corto periodo de tiempo hasta un total de ochenta solicitudes de residencia y trabajo para extranjeros de múltiples nacionalidades".

Extranjeros "que se encontraban tanto en territorio nacional como en sus países de origen, lo que hizo sospechar a la Subdelegación del Gobierno que podría tratarse de una empresa 'pantalla', con el único objetivo de obtener permisos de residencia para extranjeros sin papeles", prosigue la nota.

Interrogados varios de los extranjeros para quienes se pedían los permisos, éstos confirmaron que debían pagar al supuesto empresario 600 euros por una oferta de empleo y otros 200 más en caso de obtener respuesta favorable a su solicitud, a fin de abonar el alta en la Seguridad Social, añade.

Desde la Jefatura se destaca que la dimensión real de la trama se desveló, no obstante, más adelante, por investigaciones policiales que permitieron descubrir que el falso empresario había presentado varias solicitudes en Fuerteventura, en connivencia con un colaborador residente en la isla, y que tenía ayuda de africanos afincados en Canarias que le buscaban "clientes" en sus países.

Personas de Mauritania, Ghana, Sierra Leona y Marruecos que, según se relata en el comunicado, "se encargaban de buscar personas de esas nacionalidades en sus respectivos países dispuestas a pagar en torno a 3.000 euros por una oferta de empleo que les proporcionara la manera de acceder a España de una forma aparentemente legal".

Se precisa, en todo caso, que los acusados pidieron cantidades superiores, de 5.000 euros, a otros africanos que pretendían emigrar a Canarias, en concreto más de 150 personas originarias de Marruecos y Senegal a las que ofrecieron formar parte de "una solicitud a gran escala de mano de obra extranjera para supuestamente trabajar en una finca inexistente en Gran Canaria" y que ultimaban al ser detenidos.

De las identidades de los arrestados en esta operación, acusados de delitos contra los derechos de los extranjeros y de los trabajadores, así como de estafa y falsedad documental, se señala que los cuatro supuestos empresarios son Enrique A.L., de 56 años; José Carlos S., de 55; y Ángel L.L., los tres canarios, y Alejandro R.M., de 60 años y natural de Valencia.

Todos tenían antecedentes por delitos similares e incluso uno de ellos, al que le consta "un amplio historial delictivo", era reclamado en esos momentos por tres juzgados, dos de Las Palmas de Gran Canaria que habían dictado órdenes de búsqueda y detención y uno de Sevilla con otra de detención e ingreso en prisión, se destaca.

Los otros cinco detenidos son un extranjero indocumentado que, en plena investigación, se personó insistiendo en ver a uno de los detenidos porque había pactado con él obtener una oferta de empleo a cambio de 400 euros y los cuatro supuestos intermediarios que buscaban clientes que quisieran emigrar a Canarias en sus países de origen.

Sus identidades son Abdellah A.N., de Mauritania; Kadiatu K, de Sierra Leona; Ibrahim A.Y., de Ghana; y Karima S., de Marruecos, se detalla en el escrito.