Suspensión con tiempo indefinido para el receptor Stallworth

Miami (EEUU).-  Tras conocerse la sentencia de 30 días de prisión para el receptor abierto de los Browns de Cleveland, Donte Stallworth, al declararse culpable de los cargos de conducir bajo los efectos del alcohol y homicidio involuntario, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) lo suspendió de forma indefinida.

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(EFE)

La decisión tomada por la oficina del comisionado de la NFL, Roger Goodell, significa que el jugador no podrá recibir ningún tipo de salario mientras esté suspendido. EFE/Archivo

La decisión tomada por la oficina del comisionado de la NFL, Roger Goodell, significa que el jugador no podrá recibir ningún tipo de salario mientras esté suspendido.

Goodell reveló que tiene previsto reunirse con Stallworth, quien el año pasado firmó un contrato de siete temporadas y 35 millones de dólares con los Browns.

Todo indica que los Browns no tendrían otra opción ahora más que dar de baja al veterano jugador que lleva siete temporadas en la competición de la NFL.

"La conducta reflejada en su declaración de culpabilidad resultó en la trágica pérdida de una vida humana, y fue inexcusable", subraya Goodell en la misiva.

"El sistema de justicia criminal ha determinado las consecuencias legales de este incidente, y es mi responsabilidad como comisionado de la NFL determinar el castigo apropiado por sus acciones, que han causado un daño irreparable a la víctima y a su familia, al equipo, compañeros y a todo el deporte", destaca el comisionado de la NFL.

Stallworth logró un acuerdo financiero con la familia del peatón a quien atropelló y mató en un accidente ocurrido el pasado marzo.

El acuerdo fue aceptado por el juez de distrito del condado de Miami-Dade, Dennis Murphy, quien sentenció a Stallworth a 10 años de libertad condicional y 1.000 horas de servicio comunitario, además del mes en prisión.

El receptor enfrentaba la posibilidad de ser condenado a 15 años de cárcel.

Los detalles del acuerdo financiero son confidenciales, pero de esa manera se evitó así una potencial demanda de la familia de la víctima, Mario Reyes, un trabajador de la construcción de 59 años de edad.

La policía de Miami Beach dijo que Stallworth, de 28 años de edad, estaba tomando en el bar del hotel Fontainebleau antes del accidente del 14 de marzo.

Stallworth salió para dirigirse a una casa cercana --es dueño de tres propiedades en el área de Miami-- en su Bentley 2005 negro por la MacArthur Causeway, que vincula a la playa con el centro de Miami.

Los fiscales informaron que Stallworth golpeó a Reyes, un operador de grúas de construcción que se apuraba a tomar un autobús después de terminar su turno alrededor de las 7:15 de la mañana.

Stallworth dijo a la policía que hizo el cambio de luces en un intento por advertir a Reyes, quien no estaba en el cruce peatonal al ser golpeado.

Un portavoz para la oficina del fiscal estatal de Miami-Dade dijo que la familia de Reyes había insistido mucho en resolver el caso.

"Hemos estado en negociaciones por los últimos días", dijo la portavoz de la fiscalía, Terry Chavez. "Siempre tomamos en cuenta los deseos de las víctimas".

Stallworth tenía un nivel de alcohol en la sangre de .126 después del accidente, muy por encima del .08 que es el límite legal del estado de Florida.

El jugador de los Cafés también ha cooperado con las investigaciones y emitió un comunicado poco tiempo después del incidente expresando su simpatía por la familia Reyes.

Nada más ocurrir el accidente, el jugador detuvo su automóvil y dijo a la policía que había golpeado a Reyes, acción que también le ayudo a que el juez fuese más benévolo con la sentencia.

La policía estima que Stallworth conducía a unos 75 kilómetros por hora en una zona, donde el límite de velocidad es de 60 kilómetros por hora.

Stallworth estuvo lesionado durante la mayor parte de la temporada pasada y anteriormente había jugado con los equipos de los Patriotas de Nueva Inglaterra, las Águilas de Filadelfia y los Santos de Nueva Orleans.

El comisionado Goodell dijo que lo más triste de todo había sido el fallecimiento de una persona inocente, que no podría estar nunca más con su familia.