Archivos privados, basura privilegiada

Durante la pasada gran retrospectiva dedicada a Francis Bacon en el ‘Museo del Prado’ a principios de año, pudo contemplarse por primera vez parte del innumerable material de estudio que usaba el artista irlandés para elaborar su obra pictórica.

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© 2008 The Estate of Francis Bacon

Francis Bacon recicló toda clase de fotografías para usarlas en su obra pictórica.

Gran parte de ese archivo fotográfico es recopilado en el libro 'Archivos privados’, editado por La Fabrica y seleccionado entre los mejores libros de fotografía en la presente edición de PhotoEspaña. El volumen corre a cargo de Martin Harrison, editor del catálogo razonado del artista y comisario de la próxima retrospectiva que tendrá lugar el próximo año en el Museo Hermitage de San Petersburgo.

A diferencia de la mayoría de pintores, Bacon solía desarrollar sus apuntes y bocetos, previos al trabajo de caballete, partiendo de fotografías que seleccionaba de revistas, libros o catálogos de arte, o mediante sencillas anotaciones en papel.

© 2008 The Estate of Francis Bacon

El caótico estudio del artista.

Sobre estos recortes efectuaba toda clase de pliegues, rasguños y dobleces. Páginas enteras donde directamente aplicaba óleo o raspaba hasta la fibra con el único objetivo de desfigurar la imagen y obtener una versión maleada, desfigurada, del original. Imágenes torturadas como torturadas eran las figuras que aparecen en sus pinturas.

Todo este material de referencia procede del estudio que ocupaba Bacon en Reece Mews, Londres. Un exiguo espacio donde los archivos del artista estaban esparcidos por el suelo o embarullados en cajas entre los lienzos. Pese a que Bacon se mostraba receloso de mostrar estas ‘herramientas’ de uso ordinario, tampoco parecía concederles un valor especial. Ahora su estudio y todo su contenido —más de 7000 objetos— pertenece a la galería municipal de Dublín, The Hugh Lane.

Para muchos artistas la vía natural en el desarrollo de una pintura ha venido siendo la realización de múltiples bocetos con diversas técnicas que sólo muy posteriormente logran adquirir valor expositivo —bastaría recordar la enorme cantidad de dibujos que produjo Picasso antes de abordar ‘Guernica’ y que justo ahora vuelven a exponerse—.

Artistas fotógrafos

El uso de fotografías por parte de los artistas como base para sus obras podemos rastrearlo desde el mismo momento en que estas aparecieron por primera vez en la prensa, o como hiciera el mismo Degas tomando imágenes con su propia cámara para los cuadros de carreras de caballos —una faceta recogida en el libro 'Degas, photographer'—. Desde entonces no han sido pocos los que paralelamente a la pintura han desarrollado una intensa actividad fotográfica, como Man Ray, David Hockney o Andy Warhol.

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© Gerard Richter

Una de las obras de Richter que se exponen en PhotoEspaña.

En el caso de Bacon la labor del artista en relación a la fotografía es bien diferente, ya que este se ocupa de rastrear y seleccionar las imágenes entre los diversos medios gráficos sin tratar de establecer una base de datos sistematizada, donde los documentos eran desechados como basura tras cumplir su función. Otras veces eran las fotografías que tomaban sus amigos John Deakin o Peter Beard las que usaba como base para sus retratos y ‘estudios’.

No es así el caso de ‘Atlas’, del alemán Gerhard Richter —un archivo fotográfico iniciado en 1962, que hoy por hoy suma más de 5000 imágenes— que además de soporte de su obra pictórica, constituye uno de los ejercicios más ambiciosos de condensación de la memoria personal. Su obra puede verse también estos días en PhotoEspaña.