Gijón celebra la quinta edición del Concurso de Castillos y Esculturas de Arena

Oviedo.-  La playa de San Lorenzo de Gijón se ha transformado estos días y la arena ha adquirido extrañas formas debido a la vigésimo quinta edición del Concurso de Castillos y Esculturas de Arena, en el que ha habido cepillos de dientes, tartas de boda, animales, cuélebres, dibujos animados y hasta un Arca de Noé.

ampliar foto

(EFE)

Imagen de una escultura de arena en el Festival de Blankenberge, Bélgica. EFE/Archivo

La competición, que comenzó el pasado lunes y en la que han participado unas 70 personas, ha tenido tres eliminatorias a los largo de la semana en las que se han clasificado los mejores de cada categoría hasta llegar a la final.

Los participantes se dividían en grupos según sus edades, en el A competían los más pequeños, de entre 4 y 7 años, en el B los de 8 a 11, en el C los de 12 a 15 y en el D los mayores de 16.

Además los menores de 16 tenían la posibilidad de presentarse por parejas, y también se podía concursar por equipos con un máximo de cuatro participantes siempre que al menos uno de ellos superase los 16 años.

Tras la fase previa han acabado en la final 37 concursantes de las distintas categorías, en las que los ganadores, por orden de categoría, han sido Covadonga Calleja, Andrea Méndez, María Lamuño, María Pérez, Eloy Yanez y Pelayo Calleja y el equipo formado por Covadonga, Álvaro, María y Margarita.

Los participantes han tenido 90 minutos para realizar sus obras en un espacio de dos por dos metros, y han utilizado toda clase de herramientas, desde las clásicas palas, rastrillos y cubos de playa, hasta pinceles, sales de baño, pelotas y planchas de madera.

El jurado ha estado compuesto por representantes de los distintos patrocinadores del concurso.

Como ha comentado Covadonga de Viedma, miembro del mismo y coordinadora de márketing del diario "El Comercio", muchos de los participantes son históricos, ya han competido otros años y, con el paso del tiempo, han participado en todas las categorías.

El paso del tiempo no sólo se aprecia en esto, también en la clase de figuras que se reproducen, en los últimos años se han pasado de los clásicos castillos y figuras de animales, personas y mitología, a la última moda en dibujos animados, llegando a haber pokemons, teletubies y, este año, hasta Bob Esponja entre las esculturas del certamen.

También han evolucionado los colores, ahora los concursantes incluyen arena de colores, sales de baño, algas, conchas, piedras y pedazos de cartulina para dar más vida a sus obras.

Este año el concurso no ha tenido tanta afluencia como en años anteriores debido al mal tiempo de las primeras fases de clasificación ya que, según ha señalado Viedma, la gente se anima menos a ir a la playa cuando está nublado, pero llegado el momento de la final, que ha coincidido con un día de sol, los que por una u otra razón no han participado antes y quieren hacerlo, tratan de sumarse al juego.

Pese a todo, la concurrencia no ha sido escasa y ha habido participantes de diversa procedencia, algún francés y varios leoneses que pasan sus vacaciones en la región, y muchos asturianos y en concreto gijoneses que se han acercado a la playa para sumarse a este ya clásico concurso de esculturas y castillos de arena.