¡Menudas orgías se montaban los abuelos!

Los que pensabais que esto del porno empezó ayer, deberíais echarle un vistazo a 'Forbidden Erotica. The Rotenberg Collection', un libro editado por Taschen con motivo de su 25 aniversario. A un precio interesantísimo, demuestra que ya a finales del siglo XIX a la gente le gustaba montárselo bien, y lo que es más importante, documentarlo.

La portada del libro en cuestión.

Hay que tener mucha suerte para salir a la calle un día y encontrarte en la basura más de 1.000 fotografías eróticas antiguas, pero eso es lo que le pasó a Mark Rotenberg. En un principio el tipo no sabía muy bien qué hacer con ese tesoro pero en cuanto vio que podía haber negocio, por ejemplo, cediéndoselo a revistas eróticas para su publicación, su interés se multiplicó y se decidió a coleccionar este interesante material. Ahora su colección supera las 95.000 instantáneas.

Las primeras datan de 1870 y las últimas no superan la década de 1960. Tiene claro que le interesa mucho más el erotismo o la pornografía vintage, ya que lo que vemos ahora es sólo gente bella, las mismas chicas estereotipadas, y en las fotos antiguas se mostraba a la realidad, guapos y feos, lo que le daba más chispa.

Y sí, hemos dicho pornografía, porque eso es precisamente lo que vamos a encontrar en las 350 páginas de este libro a pesar (o precisamente) de su título.

No hay desnudos de bellas señoritas, o posados de carácter soft de parejas, que es lo que podríamos esperar al ver la palabra 'erótica' en el título, y sabiendo que es una selección de fotografías tomadas entre los años 1870 y 1940.

Y es que lo que aquí se ha escogido es lo más hardcore de su colección, lo más explícito, es decir, material pornográfico de primera. Y con 'de primera' hablamos de calidad, porque como ya hemos comentado, estaba todo inventado. Podemos comprobar a lo largo de estos 70 años todas las prácticas sexuales que se nos ocurran (y posturas, por supuesto): evidentemente hetero, gay, lésbicos, tríos y multitudinarias orgías que da gusto verlas. Pissing, atrevidos interraciales, sadomasoquismo, masturbaciones con curiosos consoladores... En fin, todo aquello que os podáis imaginas, y con una puesta en escena de lo más cuidada, poniendo especial atención en las monjas y los curas.

Sólo hay dos prácticas sexuales que se vean en la pornografía actual y no aparezcan en el tomo; la doble penetración y el cumshot.

Un libro muy recomendable porque garantiza largos ratos de entretenimiento mirando con detenimiento cada una de los cientos de fotografías que incluye. Y porque es placer e historia, todo en uno.