La Tomatina se enfrenta a la crisis alargando la estancia de visitantes con zona acampada

Valencia.-  La fiesta de la Tomatina de Buñol se enfrentará este año a la crisis intentando alargar la estancia de los visitantes con una zona de acampada, conciertos, una final mundial de videojuegos y más de 100.000 tomates que teñirán de rojo las calles como marca la tradición de 64 años de historia.

ampliar foto

(EFE)

Varios participantes en el festejo de la Tomatina que en la localidad valenciana de Buñol, en el que se lanzaron 115.000 kilos de tomate durante una hora. EFE/Archivo

"Sabemos que es un año difícil", ha afirmado hoy en rueda de prensa el alcalde de Buñol, Fernando Giraldós, quien ha explicado que la fiesta, cuyo día grande será el próximo día 26, ha sido replanteada después de meses de "muy intensas negociaciones" con marcas y la pérdida de patrocinadores para costear el tomate, que las arcas municipales pagarán con 28.000 euros.

Con esa perspectiva, Buñol convertirá entre 15.000 y 19.000 metros cuadrados de esta población valenciana en "Tomate village", recinto que, desde el lunes 24 al miércoles de la batalla de los tomates, servirá de zona acampada con el fin de que los visitantes empiecen la fiesta antes y aumenten los ingresos de comerciantes y hosteleros.

"El Ayuntamiento acabará en negativo las cuentas de las fiestas (que costarán 90.000 euros), pero el pueblo de Buñol ganará con los ingresos que genera la Tomatina para el turismo", ha asegurado la concejala de Fiestas, Pilar Garrigues, en alusión al negocio que supondrá la llegada de más de 40.000 personas a una localidad de 10.000 habitantes.

Entre las actividades de este año, destacan las actuaciones de grupos que están aún por confirmar, el Palo Jabón, atracciones y la final de jugadores de catorce países del juego "Buzz" de la consola Play Station, cuyo ganador lanzará el cohete de agua (carcasa) que marca el inicio de la guerra de tomates del miércoles 26.

Para el día grande de la fiesta, se pondrá en marcha un dispositivo especial de seguridad con 60 miembros de Protección Civil, cuatro controles alrededor de la zona acotada para el lanzamiento de tomates, un helicóptero y nueve ambulancias.

Además, los seis camiones que transportarán la "munición" del espectáculo contarán con unas 150 personas para distribuir los tomates y medio centenar de voluntarios que intentarán controlar a los participantes.

El tráfico será el otro frente a combatir por los atascos que se producen antes de las once de la mañana y las "molestias inevitables" por las que los vecinos "no podrán hacer la siesta", ha señalado Giraldós.

Preguntada por la Tomatina infantil que se había planteado celebrar, Garrigues ha indicado que este año no se llevará a cabo pero que tal vez otro sí se realizará de "manera puntual", y ha explicado que los niños siempre participan al final del desfile de camiones y la muchedumbre.

El alcalde ha reivindicado "la diversión, el tomate y la convivencia" como "la esencia" de esta vistosa cita, que cuenta con el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2002 y cuya popularidad ha trascendido fronteras al atraer turistas desde Japón hasta Australia, y al inspirar a otras "tomatinas" en Colombia o China.