Harare.- El primer ministro de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, acusó hoy al presidente del país, Robert Mugabe, y a su partido de perseguir a sus seguidores y violar la ley, con lo que puso en entredicho la continuidad del Gobierno de unidad nacional formado el pasado febrero.
En una concentración para conmemorar el décimo aniversario de su Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) en Bulawayo, la segunda ciudad del país, Tsvangirai, dijo que no tolerará más abusos de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) de Mugabe, sus socios de Gobierno.
"No voy a permanecer parado mientras la ZANU-PF sigue violando la ley, persigue a nuestros parlamentarios, utiliza un lenguaje de odio, invade granjas productivas y hace caso omiso de los tratados internacionales", advirtió.
El primer ministro y líder del ala mayoritaria del MDC aseguró que ya había hecho lo que le correspondía para promover la reconciliación en Zimbabue, al aceptar asociarse con Mugabe y su partido, "incluso después de ganar las elecciones".
Tsvangirai afirmó que entró en el Gobierno de unidad con un "mandato del pueblo" y pidió una "evaluación" del pueblo para saber si "merece la pena seguir", con lo que puso en jaque su continuidad.
Reclamó, en consecuencia, unos socios "comprometidos con el buen gobierno", para poder tener un "Gobierno sostenible".
La ZANU-PF y las dos facciones del opositor MDC firmaron en septiembre de 2008 un Acuerdo Político Global para la formación de Gobierno, con la mediación de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), para sacar al país de la crisis política, social y económica en que está sumido.
El acuerdo se plasmó en febrero pasado en un gabinete del que Mugabe sigue como presidente, Tsvangirai es primer ministro y el líder de la facción minoritaria del MDC, Arthur Mutambara, es viceprimer ministro.
Tras la firma del acuerdo y la formación del Gobierno, la Policía y los tribunales, controlados por la ZANU-PF, no han dejado de hostigar, detener y procesar a parlamentarios y otros miembros del MDC, además de defensores de los Derechos Humanos, que se violan sistemáticamente, según organizaciones locales e internacionales
Además, el MDC ha acusado a la ZANU-PF y a Mugabe de la designación de algunos cargos, como el fiscal general y el gobernador del Banco Central, de manera unilateral, cuando debía ser por consenso, y de negarse a dar posesión a otro del MDC.
Las acusaciones de Tsvangirai se producen al término de una vista al país de una delegación de la Unión Europea, la de más alto rango que viaja a Zimbabue en siete años, con el fin de reducir tensiones y abrir un diálogo con las autoridades de Harare de cara a una posible reanudación de la cooperación al desarrollo.
Antes de partir hoy de Harare, la ministra sueca de Desarrollo Internacional y Cooperación, Gunilla Carlsson, dijo que "la clave para la vuelta a las relaciones (entre la UE y Zimbabue) es la total aplicación del Acuerdo Político Global".
Por su parte, el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Karel de Gucht, que encabezaba la delegación, indicó que la UE reanudará la ayuda al desarrollo de Zimbabue cuando se respeten en el país los Derechos Humanos y se cumpla el Acuerdo de Gobierno.
Tanto De Gucht como Carlsson apuntaron que la UE no está dispuesta aún a levantar las sanciones impuestas a Mugabe y su círculo de familiares, correligionarios políticos y empresarios afines a su régimen.
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