"Los Albertos" justifican su interés por la carta falsa por su desesperación

Madrid.-  "Los Albertos" y sus abogados justificaron hoy sus contactos con los hermanos Arnaiz por su interés en recabar pruebas que pudieran exculparles en el caso Urbanor, aunque negaron haber intervenido en redactar la carta que usaron para intentar que el Tribunal Supremo revisara su condena.

Durante su declaración como acusados en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid por la presunta falsificación de la carta y el intento de estafa procesal al alto tribunal, Alberto Cortina y Alberto Alcocer aseguraron que ordenaron en marzo de 2003 a sus abogados que indagaran en las pruebas exculpatorias que decían tener los hermanos Arnaiz porque "intentamos agarrarnos a un clavo ardiendo para evitar la sentencia del Supremo".

Tanto "Los Albertos" -que nunca llegaron a conocer personalmente a los hermanos Arnaiz- como sus abogados Ramón Hermosilla e Ignacio Peláez mantuvieron la tesis de que fueron engañados y no urdieron ninguna trama para escribir la carta, en la que supuestamente el socio de Urbanor Pedro Sentieri pactaba con Julio SanMartín testificar que conocía la existencia de dos precios diferentes para la venta de los terrenos de la sociedad.

Las acusaciones particulares formadas por Pedro Sentieri, Luis García Alarcón y Francisco Castelló (socios de "Los Albertos" en Urbanor) sostienen que los cuatro acusados participaron en dicha trama, mientras que el representante de Julio SanMartín acusa sólo a los dos primos y el Ministerio Fiscal dirige sus actuaciones de momento contra los hermanos Arnaiz y Gloria Álvarez, que presentó la presunta carta falsa en abril de 2003 ante la Fiscalía.

Según relataron hoy "Los Albertos", se decidieron a firmar un contrato con los hermanos Arnaiz para que éstos recabaran las supuestas pruebas exculpatorias siguiendo las instrucciones de sus letrados.

"Estábamos en una situación francamente desagradable (...) estábamos muy desolados y hacíamos lo que nos decían los abogados", declaró Alcocer.

Precisamente, el letrado que recibió el encargo de contactar con los hermanos Arnaiz, Ramón Hermosilla, sostuvo que el contrato se firmó sin copias, en habitaciones separadas y con una cláusula suspensiva que obligaba a que las pruebas fueran legales debido a la "desconfianza" que le generaba el asunto, que le parecía "un mejunje".

El letrado apuntó que si dio "credibilidad" a la comunicación de los Arnaiz se debió a que "estaba en la obligación de intentarlo", al tener que "agotar las posibilidades" para conseguir pruebas que pudieran defender a sus clientes.

Hermosilla también rechazó haber redactado el contenido de la misiva y calificó de "falsa" "ignominiosa" y "calumniosa" la acusación, planteada por las acusaciones particulares de Pedro Sentieri, Luis García Alarcón y Francisco Castelló, representadas por las letradas Marian Estrela y Luisa Ramón.

La colaboración de Hermosilla finalizó cuando "los Albertos" encargaron al abogado Ignacio Peláez -"de más experiencia penal"- que se personara en el procedimiento judicial abierto tras la aparición de la carta.

Peláez, ex fiscal de la Audiencia Nacional, insistió en que "no me habría hecho cargo de este asunto si hubiera habido algún tipo de irregularidad", al tiempo que sostuvo que "Hermosilla actuó con extrema cautela" en todo el proceso, pese a que le proporcionó el contrato y los faxes "meses después" de haberse personado en el procedimiento .

Peláez, que también está acusado por Sentieri, afirmó que planteó la posibilidad de que el Tribunal Supremo revisase la sentencia condenatoria porque creía en la veracidad de la carta.

Preguntado sobre porqué no aportó el contrato firmado por "Los Albertos" y los Arnaiz hasta que la investigación contra Sentieri y SanMartín se sobreseyó y se abrió contra los dos primos, Peláez sostuvo que creyó "que no tenía nada que ver una cosa con la otra ni tuviera interés para la causa. Una vez que fueron imputados de un delito (los Albertos), les recomendé que presentaran la documentación".