La fiebre del oro llega a las antiguas minas auríferas en Sierra de Francia

El Cabaco (Salamanca).-  El municipio salmantino de El Cabaco, a los pies de la Sierra de Francia salmantina, quiere dar a conocer el sistema que pusieron en marcha los romanos en el siglo I para la extracción de oro, mediante un centro de interpretación donde los turistas pueden, incluso, llevarse el oro que hallen.

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(EFE)

El municipio salmantino de El Cabaco, a los pies de la Sierra de Francia salmantina, quiere dar a conocer el sistema que pusieron en marcha los romanos en el siglo I para la extracción de oro, mediante un centro de interpretación donde los turistas pueden, incluso, llevarse el oro que hallen. En la imagen, maqueta en el Centro de Las Cavenes, en El Cabaco (Salamanca), que muestra cómo los romanos extraían el oro mediante la técnica de los surcos convergentes.

Se trata de un Centro de Interpretación ubicado en Las Cavenes, un enclave catalogado como Bien de Interés Cultural, donde, mediante la técnica de surcos convergentes, los romanos intentaban extraer el oro.

Estos pobladores hacían excavaciones, de ahí el nombre de cavenes, con el fin de elaborar un sistema hidráulico que permitiera la canalización del agua procedente de acuíferos como el río Francia o el Gavín.

En primer lugar se construían los canales de abastecimiento para la captación del agua, luego se creaban unos depósitos o piscinas que, a su vez, desembocaban en unos canales más estrechos, denominados de explotación, donde los romanos obtenían el oro procedente de la parte alta de la sierra.

"Cogieron muchísimas toneladas de oro", ha asegurado a EFE la gerente del Centro de Interpretación de Las Cavanes, María Castañar.

Este oro era utilizado por el pueblo romano para acuñar sus propias monedas.

En este centro de interpretación, el visitante tendrá la oportunidad de participar en un curso de bateo de oro.

"No es la técnica que utilizaban los romanos, sino que era la forma en que los vetones, un pueblo prerromano, extraían pepitas de oro", según Castañar.

El turista podrá batear arena de la Sierra de Francia y, más tarde, una vez que se han eliminado los sedimentos, podrán analizar los minerales recogidos mediante unos microscopios.

"El que coja algo de oro tendrá la ventaja de que se lo podrá llevar", ha asegurado la responsable del centro.

Para ello, los bateadores dispondrán de cribas y serán instruidos en las diferentes técnicas de bateo en una nave que hay construida en el propio centro.

A veces, algún afortunado, tiene la suerte de hallar algún filamento milimétrico incrustado en otros minerales que se puede catalogar como oro.

Sin embargo, lo más común es hallar, tras el paciente bateo, wolframitas o casiteritas.

Para que nadie se vaya de vacío, el centro de interpretación le otorga a cada participante un diploma de "buscador de oro".

En dicho centro, los visitantes podrán contemplar una sala explicativa acerca de la evolución del oro y la influencia socioeconómica del mineral a lo largo de la historia.

También hay proyección audiovisuales sobre la extracción aurífera y paneles interactivos.

Uno de las maquetas más sorprendentes es la que reproduce el sistema hidráulico que diseñaron los propios romanos en la Sierra de Francia para obtener oro.

Concretamente, el asentamiento de Las Cavenes tenía una superficie de actuación de unos 20 kilómetros, que hoy está señalizado para que los turistas lo puedan conocer a modo de ruta.

Según María Castañar, este asentamiento, junto con el de Las Médulas de León, que es Patrimonio de la Humanidad, es uno de las zonas más relevantes de extracción de oro romana que hay en Castilla y León.

Este entorno arqueológico de Las Cavenes, ubicado dentro de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Francia, está muy bien conservado debido a la enorme fosilización del paisaje.