Usar el territorio como mercancía pone en peligro el desarrollo económico

Madrid.-  Usar el territorio como una mercancía con valor de cambio y no de uso es una visión cortoplacista peligrosa para el desarrollo económico del país, han advertido expertos e investigadores del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE).

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(EFE)

La ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y el conselleiro de Medio Rural de la Xunta, Samuel Juárez (d), firman un convenio de colaboración en relación con la Red Natura 2000, hoy en Ourense.

En un estudio monográfico sobre "Patrimonio natural, cultural y paisajístico", presentado hoy, los expertos concluyen que España ganará mucho con la gestión sostenible del paisaje y de sus sorprendentes valores naturales, que en demasiadas ocasiones han sido descapitalizados por políticas y actuaciones que han perjudicado el patrimonio común.

La gestión sostenible del territorio y su puesta en valor "no sólo como el lugar por donde pasan las infraestructuras y se instalan las viviendas y las empresas, debe ser un objetivo común de España y de cada una de sus Administraciones regionales y locales, tras décadas en las que su descapitalización natural, paisajística y cultural ha sido excesiva".

El informe, en el que han participado de forma directa 51 expertos en la materia e investigadores del OSE, subraya que se considera de forma errónea al territorio exclusivamente como suelo y no como recurso natural, escaso y no renovable.

Para los expertos, las políticas de protección en forma de 'islas' no son suficientes, por lo que es necesario establecer una planificación integral del territorio.

Señalan que en España se han registrado incrementos de suelo artificial muy superiores a las necesidades del aumento de la población.

Las ciudades desempeñan un papel esencial en la sostenibilidad territorial y los sistemas urbanos tienen que afrontar el gran reto de la rehabilitación integral con un nuevo enfoque de urbanismo sostenible, según el estudio.

El OSE considera que la reciente normativa aprobada, como la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, la Ley de Desarrollo Rural Sostenible y el Convenio Europeo del Paisaje (CEP), "son instrumentos muy válidos para avanzar en la recuperación y capitalización del territorio sin cometer errores irreversibles del pasado".

El monográfico analiza también la situación de las comunidades autónomas en lo referente al grado de cumplimiento del CEP.

A este respecto, sólo Cataluña, Comunidad Valencia y Galicia han desarrollado leyes específicas del paisaje y destaca la labor del Observatori de Paisajge creado por la Generalitat catalana.

Asimismo, resalta algunas de las "magníficas" actuaciones que se han desarrollado en puntos del territorio y ciudades, como la rehabilitación del centro histórico de Santiago de Compostela, Aranjuez o Alcalá de Henares, entre otros.

España cuenta con 41 Bienes inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad (2009), de ellos 36 de carácter cultural, lo que le convierte en el segundo país con mayor número, después de Italia.

La puesta en valor de estos bienes, según los expertos, se ha hecho básicamente en entornos urbanos y con frecuencia en relación con su interés turístico, con el consiguiente riesgo de "sobreexplotación y mercantilización" del patrimonio.

En cuanto a la riqueza natural, existen 40 Reservas de la Biosfera y, en términos relativos, el 28 por ciento de la superficie de país corresponde a la Red Natura 2000.

El informe sostiene que el patrimonio natural está desigualmente distribuido en el territorio nacional y se encuentra sometido a distintas presiones antrópicas, sobre todo en entornos urbanos, y, en mayor medida que el patrimonio cultural, sufre de falta de recursos para su identificación, protección y conservación.

Además de la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, los expertos proponen otros instrumentos que podrían ayudar a poner en valor este patrimonio como el pago por servicios ambientales o la custodia del territorio.

Respecto al patrimonio paisajístico, el hecho de que no exista aún una identificación y valoración de los paisajes desde la perspectiva patrimonial y a una escala adecuada, dificulta su gestión y protección, señala el estudio, que plantea la elaboración de un Plan Nacional del Paisaje.