Castilla y León se convierte en un referente europeo en la utilización de tecnología de biocompostaje

Velascálvaro (Valladolid).-  Castilla y León se ha convertido en "un referente europeo" en cuanto a la utilización de nuevas tecnologías para el tratamiento de residuos orgánicos, gracias a la creación de la nueva empresa de Biocompostajes Españoles (BICOE), ubicada en Velascálvaro.

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(EFE)

La vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, junto a la alcaldesa de dicha localidad, Amor Hernández (d) y dos de los socios de la empresa, Adolfo Ramos y Casimiro Martínez, durante la inauguración de la planta de Biocompostajes Españoles, ubicada en la localidad valilsoletana de Velascálvaro.

Así lo ha asegurado hoy durante la inauguración de la planta la vicepresidenta primera de la Junta de Castilla y León y consejera de Medio Ambiente María Jesús Ruiz, quien ha señalado que la nueva instalación "da respuesta a una necesidad importante de la región desde el punto de vista medioambiental".

Según la consejera, "esta planta, que desde el punto de vista medioambiental es totalmente eficiente y sostenible, va a tratar y valorizar un residuo -lodos de depuradoras urbanas e industriales- a través de la tecnología más innovadora, para obtener un género que se incorporará a una nueva cadena de procesos productivos".

"Es una instalación pionera, que ha supuesto un gran paso para Castilla y León, dentro del marco del programa aprobado en julio sobre valorización y reducción de los lodos, sobre todo para evitar el destino que actualmente tienen, que es el vertedero", ha matizado María Jesús Ruiz.

La planta de BICOE ocupa una superficie de 40.000 metros cuadrados y tiene capacidad para procesar unas 300 toneladas diarias de lodos, lo que supone unas 80.000 toneladas al año, lo que permitirá reciclar los lodos que se producen en las depuradoras que se encuentran en un radio de 120 kilómetros de esta instalación.

El gerente de Biocompostajes Españoles, Adolfo Ramos, no ha descartado la posibilidad de que "el material que llegue a esta planta proceda de lugares más lejanos", al tiempo que ha avanzado que el objetivo de su empresa es "crear más plantas, una vez ésta comience a funcionar".

La vicepresidenta primera ha destacado "la apuesta de esta empresa por la provincia de Valladolid, en la que ha realizado una inversión de 4,5 millones de euros y que además va a permitir crear unos 15 puestos de trabajo, lo que supone una importante opción de futuro para Velascálvaro".

La producción de compost estimada se cifra en 32.000 toneladas al año, que podrán aplicarse para contribuir a la mejora de la calidad de los suelos de la comunidad, aportando nutrientes como el fósforo, nitrógeno, potasio, magnesio y calcio, que incrementarán su fertilidad y productividad.

Ruiz ha recordado que "Castilla y León cuenta con cinco millones de hectáreas susceptibles de aprovechar y mejorar las características de dichos suelos a partir de restos de materia orgánica, por lo que existe una capacidad de acogida estimada en más de 50 millones de toneladas, que supone veinte veces más que el producto generado anualmente en estaciones depuradoras".

La consejera ha destacado "la visión de futuro que ha tenido también la alcaldesa de Velascálvaro, Amor Hernández, puesto que esta planta va a permitir no sólo cumplir los objetivos que en esta materia impone la normativa europea, sino que va a mejorar la calidad ambiental y la calidad de vida de todos los ciudadanos de la provincia de Valladolid.

BICOE está formado por tres socios: Adolfo Ramos, Casimiro Martínez y José Antonio Martínez y ha necesitado "cuatro años", tal y como ha confirmado Ramos, para poder materializarse "ya que la legislación sobre esta materia es muy restringente y se estudia exhaustivamente todo para entregar los correspondientes permisos".

Ramos calcula que "pasarán unos dos meses" para que la planta "eche a andar definitivamente", pero ya cuentan "con varios clientes, entre los que está incluida Renault".

En la planta de Velascálvaro, los lodos residuales se transformarán en material apto para el campo, pero también están realizando estudios con el grupo Cartif de investigación aplicada y con la Universidad de Salamanca para aprovechar el poder calorífico del compost para quemar cementeras o mover turbinas, entre otras opciones.