Clinton cedió hasta cierto punto anoche, y accedió a felicitar a su rival: "Ha sido un honor competir con él en estas primarias, del mismo modo que es un honor considerarle mi amigo". Aun así, se negó a reconocer su derrota y advirtió de que esperará a que se reúnan los directivos del partido, porque quiere que los 18 millones de americanos que la votaron "sean respetados". Está pendiente saber si esta negativa es más una estrategia para negociar una posición de poder en la definitiva candidatura de Obama, que ya le ha ofrecido la vicepresidencia.