Sociedadcableada, por Juan Varela
Un blog sobre los nuevos ciudadanos y medios digitales
MADRID.- Propaganda, sí. Participación real en el partido, menos. El nuevo PSOE surgido del 37 Congreso se declara "partido en red" y crea la figura del cibermilitante para extender su voz en internet y en las redes sociales. Pero algunos de los impulsores de la nueva militancia 2.0 estarán frustrados: el PSOE quiere más control de las redes sin otorgar el derecho de voto a sus seguidores virtuales.
La nueva estará al cargo de los cibermilitantes.
La Enmienda Facebook no ha prosperado. El partido no ha admitido la sugerencia creada en esa red social por varios blogueros socialistas para conseguir la equiparación de los derechos de los cibermilitantes y los militantes tradicionales. Los militantes pagan cuota y obedecen al partido. Los cibermilitantes se identifican, agregan su blog a las redes del partido y deben difundir sus ideas y propaganda.
Es la diferencia entre la filiación tradicional y el activismo virtual. El PSOE da un paso adelante después de la buena experiencia electoral de 2004 y de las pasadas elecciones de marzo, pero el aparato tradicional todavía piensa en la Red más como una herramienta de propaganda que como un nuevo ámbito sociopolítico, por mucho que las resoluciones del congreso hablen de "nuevos espacios y herramientas para la participación política".
El efecto Obama acaba cuando en España no se pueden recaudar fondos a través de internet ni existen primarias ni listas abiertas. Vivimos en una partitocracia y la ciberpolítica no es por ahora más que un ámbito de reflexión y propaganda, no de participación real.
Las obligaciones de los cibermilitantes todavía no se conocen. La Ejecutiva Federal del PSOE y la nueva secretaria de Organización, Leire Pajín, tendrán que concretarlas. Pero ya se conocen sus "derechos": un código personal, agregar su blog a la Blogosfera Progresista, correo electrónico del partido, secundar las campañas de ciberactivismo promovidas por el partido, recibir las informaciones del partido y participar en un ámbito cerrado y delimitado por la dirección del PSOE, el Portal del Cibermilitante, controlado y separado de la estructura orgánica.
Si esos son los "derechos", una retahíla de muestras de adhesión partidista, ¡cómo serán los deberes! ¡A tentarse el blog, cibermilitantes!
Es la ciberdemocracia como interfaz, aprovechada para presentarse como renovadores, pero atada y bien atada tras tantos años de leninismo interno. De modernización reflexiva promulgada por Ullrich Beck como pensamiento continuo sobre la realidad, nada. Lo que impera ahora en el PSOE son las teorías de George Lakoff para dominar en mensaje frente al discurso de la derecha.
Más propaganda en la Red, menos participación real. La filiación laxa de los cibersocialistas no da para más. El pensamiento y la acción del PSOE sigue estando en el aparato, como siempre, aunque ahora sea un aparato rejuvenecido. Si no se escucha a tantos militantes y a tantos cargos intermedios, si las corrientes internas están cada vez más sojuzgadas, ¿cómo se va a escuchar a lo que para muchos es todavía una pandilla de frikies? Leyendo la cobertura que los blogueros socialistas han hecho del congreso de este fin de semana no extraña.
Dice el PSOE que "no se trata de crear ni controlar redes, algo ya de por sí imposible e incluso contraproducente, sino de participar en las existentes, haciéndonos visibles en ellas, difundiendo nuestro mensaje". A bloguear, cibermilitantes, para eso os quiere el PSOE. La ciberdemocracia avanza lenta en España.
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Juan Varela es periodista y bloguero.
La vida real y virtual en el ciberespacio y la actividad de los nuevos ciudadanos digitales. Una exploración de la vida cuando todos podemos ser medios. Los desafíos de la democracia y la ciudadanía digital. La cibercultura y las ideas que animan la vida digital y las identidades de dominio público en la era del ciborg sentimental.
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Que pena. Cuando las herramientas y nuevas posibilidades no se entienden como tales sino como mera propaganda, pasa esto. +
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